SANIDAD

La lista de espera para una fecundación in vitro en el Servet supera el año y medio

Un médico trabaja en la Unidad de Reproducción Asistida del Servet
La lista de espera para una fecundación in vitro en el Servet supera el año y medio
JUAN CARLOS ARCOS

"Ayer tuvimos la primera consulta en el Miguel Servet y la verdad es que muy bien (…). La médico nos dijo que al llevar tanto tiempo en lista de espera (desde el 20/08/2007) pues que a la hora de hacer tratamiento no tendremos lista de espera".


Este comentario puede leerse en una web en la que participan parejas aragonesas con problemas para concebir. Quedó escrito en octubre de 2008. Llevaban 14 meses esperando. En diciembre de 2008 tuvieron su primera consulta en el Servet y su tratamiento (una fecundación in vitro) no comenzó hasta febrero de 2009, es decir, tras un año y medio en lista de espera.


Este es el tiempo que, de media, deben esperar los pacientes en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza para someterse a un ciclo de fecundación in vitro. La demora llega a los dos años en ocasiones.


Desde el hospital llaman a la prudencia al hacer la lectura de estos datos. Las técnicas avanzan y la demanda del servicio no ha hecho más que aumentar. "Se ha hecho, además, un gran esfuerzo organizativo y se ha mejorado la oferta de tratamientos, lo que hace que más parejas puedan optar al servicio", explican desde el Servet. El hecho de que algunas mujeres busquen la maternidad cada vez más tarde (muchas veces por motivos laborales) o que haya opciones que antes no estaban en la cartera de servicios es clave.


Además, este hospital ha sido hasta este año el único centro público de la Comunidad con una Unidad de Reproducción, a la que también acudían pacientes de Soria o La Rioja.


No obstante, desde abril el Hospital San Jorge de Huesca ha comenzado a tratar a pacientes con un tipo de inseminación artificial (la homóloga), y 30 parejas han pasado ya por esta unidad oscense.


El jefe del servicio de Reproducción Asistida del Servet, José Antonio Duque, explica que, en este hospital, se hacen cada año unos 550 ciclos de fecundación in vitro. "Cuando en uno de estos tratamientos se transfieren dos buenos embriones el éxito es alto, del 50%", concreta. Además, se llevan a cabo entre 800 y 900 inseminaciones artificiales. En la mayoría se utiliza semen conyugal. En otro centenar, aproximadamente, es de donante. En las inseminaciones el porcentaje de éxito (por ciclo) es menor, aproximadamente de un 15%.


Desde el hospital no precisan cuánta gente está en lista de espera, solo insisten en que la demanda varía en función de la época del año y de cada caso, ya que se buscan soluciones personalizadas.


Otras opciones



Se calcula que aproximadamente un 18% de las parejas tienen trastornos de fertilidad (unas 22.000 en Aragón). Muchas de ellas, sin embargo, no acuden a tratamiento. Otras optan por centros privados, cuya oferta no deja de aumentar en la Comunidad.


El precio, normalmente, oscila entre los 3.000 y los 6.000 euros. En muchos, hay que sumar los 1.200 euros del tratamiento de estimulación ovárica a la que se somete la mujer en cada intento.


En ocasiones, la lista de espera de la pública les anima a ello. En otras, no cumplen con ciertos requisitos del Salud: la madre no debe tener más de 39 años y, además, oferta a cada pareja un máximo de tres intentos. "No es por capricho, la Sanidad pública tiene unos recursos que debe administrar y que no son ilimitados, y hay que dar oportunidades a todos los que sea posible", dice Duque.


La Asociación de Infertilidad de Aragón (AIA), que desapareció hace unos meses, siempre había demandado más apoyo económico por parte de la DGA. En el caso de las demoras del Servet, los antiguos socios de AIA creen que no faltan ni profesionalidad ni recursos, pero que hay exceso de demanda. "No dan abasto", dicen.