INVESTIGACIÓN SOBRE LA DESAPARICIÓN DE PUBLIO CORDÓN

La Guardia Civil llevó al grapo Silva Sande al Mont Ventoux al menos en cuatro ocasiones

Los agentes han rastreado cerca de 30 hectáreas del Mont Ventoux desde noviembre, en busca de los restos de Publio CordónLas tareas, que no han tenido éxito, están ahora paralizadas

Una baliza señala una de las excavaciones realizadas por la Guardia Civil.
La Guardia Civil llevó al grapo Silva Sande al Mont Ventoux al menos en cuatro ocasiones
PEDRO ETURA

La Guardia Civil, bajo el mandato del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, llevó al ex líder de la banda terrorista GRAPO, Fernando Silva Sande, al menos cuatro veces al bosque donde él afirma que lo enterró con sus propias manos. Los agentes llegaron a rastrear cerca de treinta hectáreas y cavaron en distintos puntos donde el grapo les indicó, aunque sin ningún éxito. Pese a que el terrorista mostró en noviembre su intención de colaborar en el caso, hasta ahora su testimonio, en el supuesto en que sea verdad, no ha dado resultado

 

La posibilidad de que el terrorista Fernando Silva Sande mienta no es descartada por nadie. Ni por la familia, en primer lugar, ni por los propios investigadores. Sin embargo, el hecho de que, por primera vez, el ex dirigente de los GRAPO dijera en noviembre pasado que secuestró, trasladó a Francia y enterró a Publio Cordón en un bosque del Mont Ventoux tras morir 'accidentalmente', supone un cambio radical en la actitud mantenida durante los más de 13 años transcurridos desde el secuestro del empresario.

 

Por este motivo, por la ausencia de contradicciones y porque nunca se puede descartar ninguna vía de investigación, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska dio cierta credibilidad a sus palabras y ordenó a la Guardia Civil que siguiera la pista y se entrevistara con el miembro de la banda terrorista.

 

Desde el pasado mes de noviembre, fecha en la que el ex grapo envió una carta a Instituciones Penitenciarias, a los jueces instructores de la Audiencia Nacional y a su abogado en la que pedía perdón y que fue interpretada como un deseo de colaborar con los crímenes no resueltos cometidos por la banda, la Guardia Civil ha sacado al menos en cuatro ocasiones de la cárcel a Silva Sande y lo ha trasladado a los bosques de la montaña situada al sureste de Francia.

 

Sin embargo, sus viajes desde la prisión de Soto del Real a Francia no han tenido, hasta el momento, ningún resultado. Sus salidas, espaciadas en el tiempo, servían para "marcar" a los agentes el supuesto lugar en el que enterró al empresario. A lo largo de estos cuatro meses, los funcionarios han rastreado cerca de treinta hectáreas, según calculan algunos vecinos sobre el terreno. Las labores han sido llevadas a cabo de forma intermitente, puesto que su presencia en el sureste francés no ha sido continua.

 

Quizás por eso y porque el Mont Ventoux tiene una zona arbolada de cerca de 7.000 hectáreas, los habitantes de Bedoin no se han enterado de los trabajos de los guardias civiles. Y además, según pudo saber ayer este periódico, es muy posible que no vuelvan a rastrear hasta pasado un tiempo, cuando cese la atención mediática desatada al conocerse la noticia.

Continúa el mutismo

El alcalde de Bedoin, Luc Reynard, intentó ayer de nuevo sin éxito tener alguna "confirmación oficial" sobre lo ocurrido. La subprefecta de Carpenters, con la que mantuvo una reunión, asegura no conocer nada al respecto y en todo momento se remite al prefecto de la región, Christian Devert, quien tampoco hace ninguna declaración al respecto.

 

"Tengo un montón de preguntas que hacer sobre lo que ha ocurrido, pero tampoco creo que nadie vaya a explicarme nada en concreto, porque está claro que en esta cuestión prima la razón de Estado", dijo tras una jornada que dedicó en buena parte a atender a los medios de comunicación.

 

Los agentes de la Guardia Civil que han buscado el cadáver del empresario Publio Cordón excavaron en varios puntos y dejaron señales de los puntos de prospección. Escudriñaron a conciencia tres zonas, muy cercanas entre sí, situadas ladera abajo a pocos metros de una pista de tierra fácilmente accesible con un vehículo cuando no está cubierta de tierra.

 

En uno de los parajes cavaron tres agujeros de unos tres metros de profundidad, según explicó el periodista francés, Gilles Bachelard, que les vio trabajar y publicó un reportaje sobre la investigaciones en enero en la revista 'Ventoux magazine'. Ahora se puede ver la tierra removida con que se rellenó uno de los hoyos.

 

Gilles Bachelard y el fotógrafo de la publicación, Christophe Constant, calculan que en la operación participaron entre 12 y 13 agentes. Uno de ellos hablaba tan bien francés que creen que bien podría tratarse de un funcionario del país vecino. Él era quién se acercaba a contestar a las preguntas que les hacían los senderistas que suelen acudir al bosque y les contaba la versión oficial: estaban haciendo trabajos geodésicos y topográficos y probando nuevo material. Entre ellos hablaban a gritos en español y se movían en varios vehículos, dos todoterrenos y una berlina matriculados en España, así como con otros dos coches de alquiler. Lo más sospechoso era que nadie, ni los propios gendarmes del cercano cuartel de Mormoiron sabían nada.

 

Tanto Silva Sande como el resto de los grapos ya condenados por el secuestro, siempre habían mantenido que habían liberado al empresario tras el pago de 400 millones de las antiguas pesetas en París. Incluso llegaron a decir que la víctima había desaparecido por propia voluntad. Casi 14 años después, el terrorista ha confesado que Cordón ya estaba muerto cuando cobraron el dinero a cambio de su vida.