INAUGURACIÓN DE PLAZA IMPERIAL

La gran afluencia de público en Plaza Imperial provoca problemas de tráfico en la A-2

La dirección estimó que al cierre del establecimiento se habrían alcanzado los 100.000 visitantes

Plaza Imperial abrió ayer sus puertas al público. La gran afluencia de personas que llegaron al centro comercial en su coche provocó problemas de tráfico durante las últimas horas de la tarde. Los atascos se localizaron principalmente en el acceso a la A-2, en dirección a Zaragoza.


A pesar de ello, el primer día concluyó con un balance bastante positivo. La gerente Ana León lo calificó como una jornada muy intensa. Sobre las 20.00, 82.000 personas habían accedido a las instalaciones de Plaza Imperial; aunque estimaron que cuando el establecimiento cerrase alrededor de las 2 de la mañana, se habrían alcanzado 100.000 visitas.


Ángeles López, de 42 años, fue una de esas personas. Pasó la mañana con su hija pequeña y sus padres. "La verdad es que es impresionante, las cosas están mucho más a mano que en otros centros comerciales", comentó. Lo que más llamó la atención de Montse Fuertes, otra usuaria, fue su tamaño, pero admitió que seguiría fiel al centro Cesaraugusta. "Allí sé donde está todo", explicó esta vecina de Zaragoza.


La amplitud es uno de los aspectos más valorados por los visitantes de ayer. Plaza Imperial cuenta con unos pasillos muy anchos y sus techos están situados a gran altura, algo que contribuye a crear esa sensación. Para Enrique Vallespín, de 39 años, es un aspecto muy positivo para un centro comercial ya que "asegura la comodidad de los que vienen a comprar". Sin embargo, este usuario apuntó que la oferta no es tan distinta a la de los otros centros comerciales de Aragón.


Plaza Imperial dispone de servicios bastante novedosos en relación con el resto de superficies comerciales aragonesas como peluquería, centro de estética o gimnasio. Entre los más tradicionales, también se incorporan innovaciones. El gran ejemplo son las salas de cine de última generación, uno de los servicios más demandados durante la jornada de ayer al proyectarse un audiovisual gratuitamente. A pesar de ello, las salas no funcionarán regularmente hasta el viernes.


En la zona de restauración, la oferta también es amplia. Entre los sabores a elegir destaca el mexicano, el turco o el oriental. Aunque la verdadera variedad se encuentra a lo largo de los 2 kilómetros de escaparate. En ellos se exponen los productos de 180 marcas comerciales, de las que 41 llegan por primera vez a la comunidad aragonesa. Las hay de todo tipo, para todos los gustos pero también, para todos los bolsillos.


Otra de las grandes novedades, muy apreciada por los usuarios, es el monorraíl gratuito, único en los centros comerciales de España. Este vehículo conecta las dos partes que componen el complejo, la recién inaugurada y lo que se denomina la zona de medianas superficies. Ayer por la mañana, había filas para subirse en él.


Pilar Plaza se montó con su marido y sus dos nietos. A todos les encantó el recorrido en tren y reconocieron que había mucha seguridad. "A mí no me ha dado nada de miedo", grito uno de los niños. Sin embargo, Pilar comentó que en cada viaje caben muy pocas personas y que esto puede convertirse en un problema los fines de semana, cuando más afluencia tienen estas superficies.


La cruz de la moneda


Pero ayer, todavía podían apreciarse bastantes deficiencias en Plaza Imperial, que también fueron detectadas por los curiosos que se acercaron a conocerlo.


La situación es una de las principales desventajas del centro, sobre todo si no está bien conectado mediante transporte público. Por el momento, solo existe un servicio de autobús que une Zaragoza con el aeropuerto y hace una parada cerca de la superficie comercial, a unos 10 minutos andando de su entrada. Para llegar hasta allí, es necesario cruzar la carretera dos veces sin que exista ningún paso apropiado. Después de 25 minutos y 1,5 euros, se llega al paseo de María Agustín.


Este cúmulo de circunstancias obliga a los clientes a coger el coche, el medio de transporte utilizado por la mayoría de los visitantes. Ayer, todos ellos se hacían la misma pregunta: "Pero ¿aquí hay parquin subterráneo?" Cuando se enteraban de que no, la respuesta también era muy similar: "Entonces hace falta más sombras en los aparcamientos". Laura y Miriam Martínez fueron con sus padres a hacer la compra para llevarse uno de los jamones que regalaban a los primeros clientes del supermercado. "Hemos metido toda la comida en el coche, al sol, y tenemos que ver las tiendas con más prisa", se quejó su madre.


Miriam tiene once años y una gran capacidad de observación. "Aquí no hay papeleras", exclamó. Tiene razón, a lo largo de toda la superficie solo hay cubos de basura en las llamadas plazas, cuatro en cada una. "Y yo creo que también falta algún banco en la entrada", añadió con mucha seguridad.


Seguro que Miriam no tuvo que sacar dinero porque entonces se habría dado cuenta de que los cajeros automáticos todavía no estaban disponibles. Al igual que una veintena de locales. Algunos se abrirán a lo largo de la semana. Otros pospondrán su inauguración hasta los próximos meses. Cándido Rodríguez trabaja en el montaje de tres tiendas. Llevan dos semanas en ello y asegura que solo les falta de terminar una: "Estará lista esta semana", afirmó.


Mientras, Plaza Imperial ya tiene una oferta bastante amplia. Para disfrutar de ella, el centro comercial permanece abierto desde las 10 de las mañana hasta las 10 de la noche. La zona de restauración no empieza a funcionar hasta las 12, aunque cierra sobre las dos de la madrugada.