AGUA

La Generalitat insiste en el trasvase del Segre como única opción contra la sequía

Esta es la conclusión de un informe entregado por el presidente catalán, José Montilla, al jefe de la oposición, Artur Mas, durante la reunión que ambos han mantenido en el Palau de la Generalitat para abordar soluciones a la situación de sequía que padece Cataluña.

Un informe de la Generalitat alerta de que, si persiste la sequía, el trasvase del Segre es la única opción viable para evitar los cortes de agua domiciliarios a partir de octubre, puesto que garantiza cuatro hectómetros cúbicos de agua al mes y se puede poner en marcha en cinco meses.

 

Según el gobierno catalán, este trasvase es la única de las nueve soluciones que se plantea -entre las cuales hay diversas que suponen una interconexión de cuencas- que solucionaría temporalmente la falta de agua hasta la puesta en marcha de las desalinizadoras proyectadas.


El documento ha sido entregado por el presidente catalán, José Montilla, al jefe de la oposición, Artur Mas, durante la reunión que ambos han mantenido en el Palau de la Generalitat para abordar soluciones a la situación de sequía que padece Cataluña.

El Gobierno catalán estudia aprovechar puntualmente agua procedente del minis trasvase del Ebro a Tarragona, aunque sigue optando por el trasvase del Segre como la mejor opción para afrontar la sequía.


En el encuentro, que duró más de hora y media, Montilla explicó a Mas que su Ejecutivo lleva a cabo desde el 2007 o planea realizar a corto plazo mejoras en el abastecimiento, recuperar pozos, construir y amplias desalinizadoras y aportar agua desde barcos. De esta forma, expuso la actuación de la Generalitat en la sequía, que incluso podría derivar en restricciones en octubre.


El trasvase del Segre permitiría disponer de la cantidad de agua necesaria gracias a una obra que se desarrollaría durante cinco meses a través de una tubería de un metro. En este punto, Montilla se mostró "absolutamente de acuerdo" con su interlocutor en que la mejor opción no es captar agua de la cabecera, si bien es necesario "conciliar las soluciones posibles con el coste económico" y el tiempo necesario. No obstante, el Ejecutivo catalán también contempla otras medidas, como la aportación desde otros ríos y pantanos y el aprovechamiento de agua fruto del mini trasvase del Ebro que lleva recursos hasta Tarragona.


Montilla dejó claro que la obligación de su Gobierno es estudiar todas las posibilidades, puntualizando que la decisión final corresponde al Ejecutivo central, que tendrá que autorizar cualquier aportación desde cuencas intracomunitarias y deberá hacer algún tipo de propuesta. Respecto a la petición de CiU de estudiar el trasvase del Ródano como medida estructural, Montilla apuntó que con el plan de desalinizadoras previsto por la Administración regional se cubren los recursos que supondría esta operación, unos 200 hectómetros cúbicos al año.

Diferentes opiniones


Horas antes del encuentro en la Generalitat, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en declaraciones a Rac 1, aseguró que el Gobierno central dará "respuesta inmediatas" para hacer frente a la sequía que sufre Cataluña y no quiso descartar ninguna solución. Ni siquiera la del trasvase del Ródano, un tema que "hay que estudiar" según Blanco, que dijo que el Ejecutivo central y la Generalitat trabajan en un "clima de entendimiento" que va a permitir que se aborden los problemas de futuro "desde el diálogo, a veces desde la discrepancia, pero siempre desde el respeto mutuo institucional y desde la voluntad de llegar a acuerdos".


Por su parte, la Ejecutiva Nacional de ERC acordó pedir de nuevo al Gobierno catalán que convoque "cuanto antes" a la Mesa Nacional del Agua, tal y como propusieron la semana pasada para llegar a una solución de consenso en torno a la sequía. Después de manifestarse, una vez más, en contra del trasvase del Segre, la portavoz de ERC, Marina Llansana, reclamó que esa mesa garantice que "la crisis se gestione con la máxima transparencia" y con las aportaciones de agentes académicos, ambientales, territoriales y políticos".


El secretario general de ICV, Jordi Guillot, instó a CiU a buscar "soluciones viables para garantizar el agua de boca" a todos los ciudadanos del área metropolitana de Barcelona, pero reiteró su oposición al trasvase del Ródano, destacando que es una alternativa que no sirve para resolver una situación de "emergencia" y que tampoco es "un instrumento útil para el futuro". A juicio de la formación de izquierdas, la solución pasa por la desalinización, mientras que el resto de propuestas, como la compra de agua de regadío a los campos de Tarragona, o la conexión con el Segre "son inviables porque tardarían demasiado".