AGUA

La Generalitat insiste en que hará las obras de la tubería que Aguas de Barcelona prevé iniciar en tres semanas

 El sistema Ter-Llobregat saldrá el próximo viernes de la situación de excepcionalidad 2 y pasará a excepcionalidad 1, al aumentar hasta el 29% el nivel de los pantanos internos, lo que implica que se levantarán las sanciones y restricciones previstas por malgastar agua potable. Pese a ello, el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, insistió ayer que aunque la situación hídrica en Cataluña ha mejorado gracias a las últimas lluvias, está "muy lejos de la normalidad".


Por eso, afirmó que "no hay ningún elemento que nos haga modificar" la interconexión del minitrasvase del río Ebro que abastece Tarragona con la red de aguas de Barcelona y Girona. "Hemos salido de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y hemos pasado a planta, pero seguimos en el hospital", destacó.


El viernes, cuando se actualice el decreto de sequía, se levantarán las restricciones previstas en este escenario, como es la prohibición de regar jardines o de llenar piscinas, acciones que están penadas con multas de hasta 3.000 euros. Baltasar incidió, no obstante, en que los pantanos internos acumulan a día de hoy unos 170 hectómetros cúbicos de agua, apenas la mitad de los 300 hectómetros cúbicos que permitirían desactivar la alerta.


Por eso, Baltasar pidió a la ciudadanía que, pese al levantamiento de las restricciones en el consumo doméstico, mantenga una actitud de "austeridad" y "buen hacer". "Estamos solo en la mitad del camino que tendríamos que recorrer para volver a la normalidad. Ahora la batalla ha de ser para no entrar de nuevo en excepcionalidad 2", subrayó.


Por otra parte, el director general de Aguas de Barcelona (Agbar), Leonard Carcolé, anunció ayer que las obras del trasvase a Barcelona empezarán en dos o tres semanas, con el objetivo de que estén finalizadas en noviembre. Carcolé señaló que ya dispone del estudio del trazado por el que discurrirá la tubería.