SERVICIOS SOCIALES

La DGA reclama ayudas a la residencia de Herrera, cuya obra está paralizada

El IASS exigió hace casi un año el reintegro de 519.102 euros al Ayuntamiento y el caso sigue abierto, aunque el alcalde Solá lo niega. La construcción está bloqueada porque se carece de fondos para acabar el complejo.

Un esqueleto de hormigón y ladrillo es a lo que ahora se reduce la residencia y centro de día municipal.
La DGA reclama ayudas a la residencia de Herrera, cuya obra está paralizada
VíCTOR LAX

El Gobierno de Aragón reclama parte de las subvenciones concedidas al Ayuntamiento de Herrera de los Navarros para la construcción de una residencia de ancianos y un centro de día, que se encuentra paralizada. El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) comprobó el año pasado que parte de los 1,8 millones de euros entregados para la obra estaban sin ejecutar, por lo que exigió por vía oficial el reintegro de 519.102,84 euros. Fuentes oficiales de la DGA aseguraron ayer que el expediente sigue abierto, ya que aún no se ha justificado dónde ha ido a parar el dinero público desembolsado.


El alcalde de Herrera de los Navarros, el aragonesista Jesús Solá, negó la mayor y aseguró por la tarde a este diario que el Gobierno de Aragón dio por cerrado el expediente tras el recurso de reposición presentado por el Ayuntamiento. Solá sostuvo que el IASS reclamó exclusivamente una cantidad de la subvención, de cuyo importe, dijo, no se acordaba tras minimizar su cantidad, porque se había incumplido el plazo de ejecución de las obras. «Reclamaron el dinero porque no se había ejecutado la obra en plazo, pero nos aceptaron el recurso tras explicar que los trabajos se habían alargado por las lluvias», aseveró.


Este no es el primer caso de la gestión de Solá rodeada de polémica. El alcalde adjudicó a familiares y amigos una promoción de seis pisos municipales adosada al complejo asistencial y tuvo que dimitir como presidente de Asael tras hacerse público que pagó su coche oficial y a su chófer con las ayudas para una asociación a mujeres maltratadas.


La subvención del IASS para la «adquisición de los terrenos, la construcción, el equipamiento de la residencia y el centro de día, así como la urbanización de la zona exterior» se elevaron a 1.850.000 euros, entregadas entre 2007 y 2009. De los 600.000 euros correspondientes a 2009 solo se certificaron 80.897,16 euros, por lo que el IASS reclamó el reintegro del resto el 19 de abril de 2010.

 

Versiones contradictorias

La versión dada por el alcalde ni siquiera coincide con la que se hizo constar en el acta del pleno celebrado el mes pasado. En el escrito se certifica que Solá dio cuenta de la reclamación de los 519.102 euros y del recurso, aunque no consta nada de que el recurso se haya resuelto a su favor como sí dijo a este diario. Además, sin que figure en el acta, el alcalde sostuvo que la reclamación de la DGA se reduce ahora a algo menos de 100.000 euros, según apuntaron varias personas que asistieron al pleno.


Las obras de la residencia forman parte de un macrocomplejo asistencial, valorado en torno a los cuatro millones de euros, que el Ayuntamiento encargó a la Sociedad Local para el Desarrollo de Herrera. Esta sociedad está presidida por el propio alcalde y la oposición tiene vetada su presencia en el consejo desde su constitución, el 13 de septiembre de 2007.


En una respuesta parlamentaria al PP, el Gobierno de Aragón reconoció a mediados del año pasado que solo se había ejecutado el 61% de las obras «respecto a la cuantía subvencionada por Servicios Sociales». Además, manifestó que no tenía establecido «ningún compromiso para la finalización de la residencia y del centro de día».


El alcalde reconoció ayer que no tiene dinero para acabar el complejo pese a que tramitaron la solicitud al IASS. Jesús Solá manifestó que la obra está ejecutada al 50% con los 1,8 millones aportados por el IASS y otros 150.000 euros del departamento de Política Territorial. No obstante, se mostró optimista porque un promotor eólico, cuyo nombre no facilitó, se habría ofrecido a rematarla para «ganar puntos» con el fin de obtener la explotación de un campo de aerogeneradores. Eso sí, condicionada a la obtención del negocio.