BASE DE LA OTAN

La DGA “asume” que se descarte la base espía porque no es rentable para Defensa

Dice que los beneficios que generaría ¿no compensan el coste¿ y que afectaría al tráfico civil.

La OTAN no ubicará su nuevo sistema de vigilancia en la base militar de Zaragoza
La DGA “asume” que se descarte la base espía porque no es rentable para Defensa
OLIVER DUCH

El Gobierno aragonés vuelve a cerrar filas con el Ejecutivo central sin rechistar. En esta ocasión, al asumir el descarte por parte del Ministerio de Defensa de la inversión necesaria para que la OTAN instalase en la zona militar del aeropuerto de Zaragoza una base espía. A pesar de que ese proyecto hubiera supuesto un impacto económico global de 260 millones de euros al año y la creación de más de 3.000 puestos de trabajo, fuentes oficiales de Presidencia señalaron ayer que la DGA da por bueno el principal argumento del Gobierno central para abandonarlo: que el desembolso que debería hacer Defensa no le compensa en el retorno que supondría a través empresas como Indra o Casa.


Las mencionadas fuentes afirmaron que la ministra de Defensa informó hace tiempo al presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, de la decisión de no seguir apostando ante la OTAN por la capital aragonesa como la ubicación idónea de la base espía. La argumentación de Carme Chacón se basó, según la DGA en dos cuestiones: que “la inversión que Defensa tiene que hacer no se compensa con los beneficios que generaría el proyecto” y, además, porque “se crearían afecciones sobre el aeropuerto que afectarían al tráfico civil”.


Como informó ayer este periódico, la Alianza Atlántica ya ha decidido que construirá en la base militar de Sigonella, en la isla italiana de Sicilia, sus nuevas instalaciones de vigilancia terrestre para controlar movimientos en Africa y Asia. Fuentes de Defensa explicaron que la desvinculación de España con ese proyecto se decidió hace un mes, aunque en 2006 el Gobierno central anunció que iba a realizar una apuesta total para que se desarrollara en Zaragoza y estuviese en funcionamiento en 2012.


En Italia, la noticia de que la base espía se instalará en Sigonella ha sido recibida con entusiasmo. El ministro italiano de Defensa, Ignazio La Russa, destacó en ese sentido la llegada a Sicilia de 800 familias de militares norteamericanos, el desarrollo de “nuevas infraestructuras y más inversiones”. “Va a ser un respiro para la economía de la zona, es una apuesta ganada, un éxito de Italia”, agregó La Russa durante la rueda de prensa en la que dio a conocer la elección definitiva de la base de Sigonella por parte de la OTAN.


Decepción y alegría


La noticia del abandono del proyecto por parte del Ministerio de Defensa fue acogida de manera muy distinta por los representantes de los partidos políticos aragoneses. Como es lógico, los de CHA e IU, formaciones que se han opuesto tajantemente a la instalación de la base espía en Zaragoza, mostraron su “alegría” por la decisión, mientras que los del PP y el PAR señalaron la “decepción” de ver cómo se escapa una inversión que prometía conllevar puestos de trabajo.


Por su parte, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Miguel Franco, reconoció que “el proyecto podía haber sido importante, pero si no está bien cerrado y tiene unas servidumbres superiores a los beneficios que generaría no se debe insistir, es mejor no seguir apostando por ello”.


Su homólogo en el grupo parlamentario del Partido Popular, Eloy Suárez, resaltó el “grave error” de que “el Gobierno central permita, con la complacencia del Ejecutivo de Iglesias, que se pierda otro proyecto de mucho interés para Aragón; en medio de esta crisis, y con el desempleo en la comunidad ya casi en el diez por ciento, no parece lo más conveniente dejar que se vaya a Italia una inversión de 3.100 empleos”.

“Ya sabemos que Iglesias se retira, pero sería bueno que no olvide que sigue siendo el presidente de la DGA y que su obligación es defender los intereses de los aragoneses, no tapar con su conformismo la incompetencia del Gobierno de Rodríguez Zapatero”, agregó Suárez.


Javier Allué, el portavoz del PAR en las Cortes, también manifestó su “decepción” porque “se ha perdido otra oportunidad de atraer inversiones a la comunidad; Madrid debería haber peleado más por la instalación de la base de la OTAN en Zaragoza, ya que habría sido un estímulo muy importante en unos momentos muy difíciles”.


Además, recordó que “Aragón tiene unas servidumbres importantes por la presencia de numerosas y extensas instalaciones de Defensa en su territorio y las compensaciones que se vienen reclamando desde hace mucho tiempo, que dependen exclusivamente de la voluntad del Gobierno central, nunca llegan”.


Por el contrario, Chesús Bernal, portavoz de CHA en el Parlamento aragonés, dijo estar “encantado con que la OTAN haya escohido a Italia”. “Nunca hemos querido que esa base espía viniera a Zaragoza y nos hemos opuesto con iniciativas en las Cortes y las movilizaciones organizadas para concienciar a la ciudadanía de los peligros que conllevaba ese proyecto”, añadió. En su opinión “los millones y los puestos de trabajo de los que se han hablado son solo cantos de sirena, que no me salgan con el cuento de la lechera”.


En línea similar se expresó Patricia Luquín, coordinadora del grupo parlamentario de IU-Aragón: “el descarte de Zaragoza es buena noticia y ojalá nunca se hubiera planteado como sede de la base de la OTAN, ojalá que no se pusiera en ningún sitio”. Respecto al empleo y la inversión anunciados, comentó que “no vale todo, el modelo de desarrollo de Aragón no debe estar vinculado a proyectos militares como este o a otros como Gran Scala”.