La DGA afirma que "el futuro del edificio no corre peligro"

El Gobierno de Aragón reaccionó ayer con suma cautela a la noticia de que los monjes de la Cartuja de Aula Dei estaban preparando su marcha a Navarra. La consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, lamentaba el anuncio.


"Cuando me lo den a conocer oficialmente, cuando este Gobierno lo conozca -dijo-, tendremos que hablar y plantear qué podemos hacer para conservar un edificio, un conjunto que, desde luego, es fundamental para Aragón. No solo las pinturas de Goya, que lo son -y así lo hemos demostrado con la inversión tan importante que estamos haciendo en este momento con su restauración-, sino todo el conjunto. Por lo tanto, tendremos que hablar para ver cómo podemos trabajar y qué debemos hacer para mantener ese conjunto".


Parecidas reflexiones hacía el viceconsejero, Juan José Vázquez, que en un tono ambiguo daba a entender que en el departamento algo se sabía de las intenciones de los monjes. "Nosotros no tenemos constancia fehaciente de que se vayan a ir, pero mantenemos una relación fluida con la comunidad y eso nos permite estar al tanto de sus preocupaciones".


"Si se fueran los cartujos -añadió-, sentiríamos enormemente su marcha, porque se trata de una presencia histórica en el lugar y, también, porque la mejor manera de conservar la cartuja es que esté en uso. Y las mejores manos son las de los cartujos".


De cualquier modo, el viceconsejero subrayó que "el futuro del edificio no corre peligro porque, en el peor de los casos posibles, nosotros ejerceríamos las competencias que nos otorga la Ley de Patrimonio en la tutela de un Bien de Interés Cultural. Pero todavía es muy pronto para plantear nada".