BIENES ECLESIÁSTICOS

La declaración conjunta de los obispos reconoce la propiedad de Aragón

El obispo de Lérida y el de Barbastro-Monzón se comprometen a "cooperar en el estudio, conservación y exposición" de las piezas.

"Que la propiedad de los bienes corresponde a las parroquias transferidas a la Diócesis Barbastro-Monzón" y, por tanto, la Diócesis de Lérida se compromete a su devolución (aunque sin fecha concreta). Este reconocimiento de la propiedad es la principal novedad de la declaración conjunta del obispo de Lérida, Joan Piris, y su homólogo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, firmada el pasado 27 de octubre ante el nuncio apostólico, Renzo Fratini. El resto de la declaración se asimila a los términos en los que se suscribió el pacto entre ambas diócesis en 2008 y que nunca se cumplió.

En este nuevo acuerdo, las dos diócesis "se comprometen a remover los posibles obstáculos jurídicos que se presentasen para su devolución, considerando la naturaleza específica de dichos bienes". Pero no se fija un plazo. De hecho, el propio Piris ya comentó en su entorno, antes de rubricar el acuerdo, que "si se le imponía una fecha, no firmaría, costara lo que le costara".

En el documento, aunque queda constatada y asumida la propiedad aragonesa, se advierte de que las piezas "forman parte del legado religioso e histórico común, por lo que quieren que sean signo de comunión entre ambas Iglesias". Por eso, se plasma el propósito de "cooperar en el estudio, conservación y exposición de las mismas". Este objetivo se traduce en cinco propuestas. Algunas de ellas ya se incluían en el convenio de 2008 y otras se contemplaban en la resolución Mieras de abril de 2006. Precisamente, en esta última, que nunca llegó a hacerse efectiva, ya se hablaba de organizar exposiciones temporales "en ambos territorios diocesanos" como en el actual acuerdo.

Otra de las ideas consensuadas es la de realizar copias de todos y cada uno de los objetos que se considere oportuno por ambas partes. La declaración, además, solicita la colaboración de las instituciones públicas "para la protección y conservación de dicho patrimonio histórico-artístico, quedando siempre a salvo los derechos derivados de la propiedad eclesiástica de los referidos bienes". También apuesta por favorecer la difusión de los valores culturales de estas piezas mediante un catálogo común, la propuestas de itinerarios culturales y otras actividades.

Por último, establece la realización de programas de conservación e investigación de las obras mediante la creación de becas y de publicaciones por parte de las dos diócesis.