RACISMO

La crisis multiplica los casos de explotación laboral de los inmigrantes

En el primer trimestre de 2011 Sos Racismo ha recibido 43 denuncias frente a las 30 registradas el año pasado.

La crisis económica no solo impide llegar a fin de mes a cientos de personas en Aragón, sino que dentro del colectivo de los inmigrantes está provocando situaciones de mayor vulnerabilidad que han derivado en un aumento de la discriminación racista y xenófoba. Esta es la conclusión a la que ha llegado Sos Racismo Aragón después de estudiar las 138 denuncias que el año pasado llegaron hasta esta organización social.


Del total de quejas, 50 fueron por lo que ellos califican de 'racismo directo', agresiones físicas, verbales u otros casos de discriminación evidentes. De estas denuncias, cinco ha seguido el cauce judicial. Una de las sentencias dio la razón a la víctima de la denuncia racista y el resto están todavía en vías de resolución.


Las otras 88 están motivadas por lo que ellos califican de 'racismo indirecto', que hace alusión a aquellos comportamientos en los que el inmigrante se ve amenazado de una manera velada, ya que la parte que causa el agravio lo hace aprovechándose de su vulnerabilidad social y económica.


Es el caso, por ejemplo, de una de las denunciantes que el año pasado acudió a Sos Racismo Aragón después de permanecer durante dos años «encerrada» en una vivienda particular donde ejercía labores de asistenta doméstica. «Estuvo condenada a este encierro bajo la amenaza de no conseguir nunca los papeles», denuncia Katrina Belsué, coordinadora de la oficina de información.


El colectivo de las empleadas del hogar ha sido siempre uno de los más vulnerables dentro de los comportamientos racistas, y la situación se ha agravado en los últimos tiempos con un incremento de casi un 15% en el número de las denuncias recibidas.


Frases racistas


Según Sos Racismo, últimamente se ha producido un incremento de casos de discriminación que no tienen tanto que ver con las agresiones y las coacciones, sino que se centran en relaciones más cotidianas que guardan relación con el acceso a la vivienda, la explotación laboral o la denegación de los accesos a locales públicos.


Para esta entidad, la crisis incrementa los comportamientos racistas y genera comentarios que antes la gente no se atrevía a verbalizar. «Ahora es más habitual oír frases en las que se culpa a los inmigrantes de la actual situación, de la falta de trabajo o del incremento del paro», concluye Katrina.