AGUA

La CHE también estudia ampliar en 100 hectómetros el embalse del Alcanadre

En caso de hacerse junto con el embalse de Almudévar, Riegos del Alto Aragón podría contar con 440 hm3 más.

Las mejoras que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) está estudiando para la regulación interna de Riegos del Alto Aragón no se quedan en el aumento del futuro embalse de Almudévar mediante su llenado por gravedad en vez de un sistema de bombeo. Además, el estudio previo elaborado por SERS y BS Ingeniería recomienda revisar el proyecto de embalse en el río Alcanadre para que pase de una capacidad máxima de 44 hectómetros cúbicos a 144.


Esas dos actuaciones, que la CHE analizará en un estudio más amplio y detallado cuyos resultados tendrán que ser presentados ante la Comisión del Agua de Aragón, supondrían que la capacidad conjunta de esos dos embalses, piezas claves para garantizar la viabilidad de Riegos del Alto Aragón, pasaría de los 204 hectómetros cúbicos previstos a 440.


Como se recordará, en el caso de Almudévar se estudia sustituir el llenado con bombeo desde el canal de Monegros por un sistema de conducción de aguas del Gállego por gravedad desde el azud de Anzánigo. Eso permitiría elevar la capacidad inicialmente prevista de 160 hm3 a un máximo de 341, si bien la opción que se baraja como más factible es de un pantano de 300 hm3. Ese proyecto, además, conlleva una serie de ventajas añadidas, fundamentalmente la aportación de caudales extra para poder ejecutar con garantías los regadíos de la Hoya de Huesca y la generación de 125 gigavatios/hora de energía, lo que puede financiar la construcción de la infraestructura.


En el caso del Alcanadre, lo que se plantea es aprovechar, además de los caudales del propio río, el más importante de los que discurre entre las cuencas del Gállego y el Cinca, el agua que puede aportar el canal del Cinca en los meses invernales. La previsión es que se pueda lograr una reserva hídrica superior al triple de la prevista. De hecho, el Alcanadre es el único de los ríos de la intercuenca del sistema de Riegos del Alto Aragón que todavía tiene potencial hídrico para aumentar por sí la regulación global.


Los autores del estudio destacan que el embalse del Alcanadre, tal y como se plantea en el Plan Hidrológico de cuenca presenta el problema de "la incorporación posterior de agua al sistema" porque sería necesario llevar a cabo "significativas elevaciones", con el coste energético consiguiente. Además, señalan el problema de transporte de caudales en el canal del Cinca, ya que su primer tramo "no alcanza la capacidad teórica" y "resulta muy difícil" aumentarla "al sucederse túneles y acueductos, por lo que se requeriría un nuevo canal".


Con la propuesta de aumentar el futuro embalse del Alcanadre, aprovechando una cerrada que estaría junto al canal del Cinca, muy cerca de la localidad de Pertusa, los autores del estudio previo estiman que se podría mejorar el aprovechamiento de los embalses del Cinca.


Por un lado, el canal del Cinca, que nace en el embalse del Grado, derivaría aguas de ese río al Alcanadre en los meses de invierno, cuando tiene capacidad de transporte libre porque no hay demanda de riego. Por otra parte, el uso de esas aguas almacenadas en el Alcanadre, junto a las que aporte el propio curso fluvial, facilitará "separar la zona regable en el momento adecuado e incrementar la capacidad de transporte del canal del Cinca en el momento de máxima demanda del sistema, para beneficio de todo él". También argumentan que esta solución liga la demanda energética a "la utilización del agua cuando esta es requerida, y en poca magnitud".


La conexión con el Cinca facilita una regulación más sostenida del Alcanadre. Este río, pese a tener más caudal que el resto de los que componen la intercuenca, (Sotón, Isuela, Flumen, Guatizalema y Vero) "presenta una gran variación en sus caudales de año húmedo en año seco". Por ese motivo, se recomienda la alimentación desde el canal del Cinca para conseguir un vaso de 144 hectómetros cúbicos de capacidad máxima con garantías de poder llenarlo.


El caso del Alcanadre, de optarse finalmente por este modelo, sería una mezcla de embalse de regulación fluvial y balsa lateral para la regulación interna de un sistema de regadío.