Rumbo firme a pesar de la tormenta. El Edificio Seminario del Ayuntamiento de Zaragoza se convirtió ayer en un barco solitario, ajeno a las zozobras de la crisis, donde se dieron cita una destacada representación de autoridades, políticos y empresarios aragoneses para la presentación de la constitución del consorcio de la candidatura olímpica Zaragoza-Pirineos 2022.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, trató de infundir optimismo, fiel a su estrategia de ciudad -la Expo fue nombrada varias veces-, mientras el alcalde Huesca, Fernando Elboj, hablaba en la puerta de la prohibición de endeudamiento municipal, la solidaridad y la corresponsabilidad. Belloch eludió cualquier situación comprometida en este sentido y cedió el protagonismo a Manuel Fonseca, nombrado ayer director gerente de la candidatura. Fue Fonseca quien admitió que se trata de "un momento difícil", pero explicó que "cuando llegue la bonanza hay que estar preparados, hay que tenerlo todo en el cajón de la mesa".

"Es un esfuerzo para la sociedad, pero en beneficio de Zaragoza, Aragón y toda España", señaló el nuevo director gerente, un viejo conocido que ya dirigió la candidatura olímpica Jaca 2010. "Hay que gastar el dinero que hace falta para la candidatura, pero no más", dijo Fonseca. A diferencia de las autoridades presentes, quiso dejar claro que asumía la importancia del momento: "No es un proyecto que hay que hacer cueste lo que cueste, sino que hay que adaptarlo de verdad a las necesidades de la ciudad y del territorio", destacó.

Ayer solo valía generar ilusión y centrarse en las cifras no ayudaba nada. Únicamente apareció una en la presentación de ayer y fue el de la otra gran decisión del consorcio: destinar los primeros 300.000 euros (100.000 de la DGA, 100.000 del Ayuntamiento de Zaragoza y otros 100.000 por el resto de instituciones, Diputación de Huesca, Ayuntamiento de Huesca y Ayuntamiento de Jaca) para que el director gerente y un equipo aún por definir de cuatro o cinco personas, empiece a dar los primeros pasos.

No todo fueron parabienes. El PP se mostró contrariado con la actitud de Belloch y prefirió abstenerse en el nombramiento de Fonseca. Eloy Suárez, portavoz parlamentario del PP, juzgó como "impresentable" que no se les hubiera consultado sobre el candidato ni se haya explicado nada acerca del destino del dinero aportado por las instituciones. "Si Belloch cree que el consorcio es un pacto de adhesión, está muy equivocado", advirtió Suárez.

De los 300.000 euros saldrá el sueldo del director gerente que, según algunas informaciones, podría rondar los 115.000-120.000 euros anuales, pero que se está negociando a la baja teniendo en cuenta la situación económica. El contrato aún no está cerrado, pero el propio Fonseca adelantó ayer que no habrá "ningún problema" sobre este extremo.

El consejero de Presidencia, Javier Velasco, no desafinó en el mensaje de la ilusión y habló de los Juegos Olímpicos "de Aragón" y del amplio consenso obtenido hasta ahora en la Comunidad. "Es un proyecto de recorrido largo, pero hay etapas que hay que hacer", dijo el consejero. "Necesitamos la unidad global de todos, igual que en la Expo -añadió Velasco- y si es así, esta candidatura es la mejor y va a ser ganadora".

"No solo ganar a Barcelona"

Manuel Fonseca señaló enseguida que este proyecto no tiene nada que ver con el de Jaca 2010. Dijo también que "Zaragoza es una gran ciudad que tiene que aspirar a todo, no solo a ganar a Barcelona" e insistió en que el Comité Olímpico Internacional se está decantando por grandes ciudades que tienen montañas "más o menos próximas" (como los casos de Turín y Vancouver).

Belloch, sin embargo, no quiso perder la perspectiva de la competición con Barcelona, tal vez porque es consciente de que esa pugna anima el apoyo popular, y dijo que la capital aragonesa tiene más próximas las mejores pistas de esquí. En esa espiral de grandes deseos, Juan Alberto Belloch llegó a decir que cuando el AVE llegue a Jaca desde Zaragoza, se estará en las pistas "en 40 minutos".

Será a finales de 2013 cuando el Comité Olímpico Español tenga que elegir entre las dos opciones, o incluso alguna más que se pudiera plantear. Entonces habrá de verdad una aspirante, según Fonseca. Si la escoge el Comité Olímpico Internacional pasará a ser candidata, y nominada, en su caso, en el proceso de elección el mismo día de las votaciones.

"Una de mis condiciones (para aceptar el cargo) fue que se quisieran los Juegos Olímpicos de verdad y se me garantizó así", reveló Fonseca, quien señaló las "magníficas infraestructuras" de Zaragoza como uno de sus puntos fuertes. Belloch aseguró que se está "tanteando" a muchos empresarios para que se incorporen al proyecto y con ello financiar el 50% del coste de los Juegos y anunció la creación de un consejo consultivo en el que estén empresarios, UGT y CC. OO., las dos universidades aragonesas y las Cortes.

Fonseca, que trabajará con su equipo en el edificio municipal de la guardería de montes junto al puente de la Almozara, destacó la necesidad de que Zaragoza demuestre su interés por la candidatura y señaló algo muy concreto: que se construya alguna instalación para albergar competiciones sobre hielo. El director gerente apuntó la idea de que pueda ser una infraestructura de dimensiones discretas, pero que pueda ampliar su aforo para la celebración de los Juegos, una fórmula ya utilizada en otras citas olímpicas.

Convendría, según Fonseca, que ese edificio estuviera al menos en fase de construcción en 2013, cuando el COE tenga que hacer su elección, algo que parece muy complicado en estos momentos.

CHA, que no estaba invitada a la fiesta de ayer, se unió a las críticas al proyecto. El vicesecretario general, José Luis Soro, dijo que en un contexto de crisis como el actual, "no puede comprenderse que las instituciones sigan empeñadas en destinar recursos a un proyecto tan incierto y que, además, es totalmente insostenible".

El propósito del director gerente es confeccionar una candidatura "técnicamente perfecta". Una empresa en la que sortear la crisis, por encima de los buenos deseos de todos, va a ser un enorme desafío. Los Juegos Olímpicos se conceden siete años antes de su celebración y para eso quedan apenas cinco años.