FAMILIA

La adopción internacional se desploma por la crisis y las trabas de los países

Aragón registró el año pasado un 40% menos de solicitudes para acoger niños extranjeros que durante el 2008China y Rusia han recrudecido los trámites para adoptar a un menor.

No es un proceso rápido, ni barato, ni fácil emocionalmente en la mayoría de los casos. Y tampoco está libre de los efectos de la crisis y de otros muchos factores. La adopción de niños extranjeros mantiene su tendencia a la baja y confirma los augurios: el año 2010 terminó con menos solicitudes para adopciones internacionales que nacionales. El hecho de que para acoger a un pequeño extranjero lleguen a desembolsarse hasta 30.000 euros no es el único factor que pesa sobre las familias. Muchos países, como China o Rusia, han endurecido sus condiciones y buscan sistemas para que sus niños sean acogidos por familias nativas.

 

En Aragón, al cierre del ejercicio 2010, se registraron 125 solicitudes para adoptar a niños extranjeros. Solo una de estas 125 instancias se dirigió a China, algo impensable en 2005, cuando llegó a haber 120 peticiones para este país que ahora ha cerrado sus puertas a esta opción de una forma extremadamente restrictiva.

 

Algunos buscan la explicación en una cuestión de imagen del país asiático, otros en un orgullo patrio que les hace rechazar prácticas vinculadas a las zonas pobres del planeta. Ahora, en China, la mayoría de los niños que se asignan están incluidos en el grupo de necesidades especiales (muchos tienen algún retraso o enfermedad). Rusia también se ha cerrado en banda, y países como Etiopía o Vietnam se han convertido en el último refugio de los que aspiran a convertirse en padres por esta vía, aunque sobre este último país pesa ahora una moratoria y los procesos de adopción en estos destinos no son del todo transparentes.

 

Además, hay que tener en cuenta el coste económico que acarrean muchos de estos procesos. Adoptar a un menor chino ha costado estos últimos años más de 10.000 euros. Si el niño procedía de Rusia, el proceso podía ser aún más costoso, ya que era necesario hacer varios viajes al país.

 

Estas 125 solicitudes de adopción internacional contrastan con las 202 del año 2008 y todavía más con las 367 del año 2005. En 2010, y según precisa el jefe del servicio de Prevención y Protección a la Infancia y la Adolescencia del Gobierno de Aragón, José Manuel Casión, las más frecuentes han sido para pequeños colombianos (13), de India (12), Etiopía (9), Filipinas (9) y Vietnam. Rusia (4) o China (1) figuran a la cola.

 

Una familia de cada cuatro

Por el contrario, las peticiones para niños españoles han subido ligeramente en el último lustro. En 2010, se registraron 149. La cifra es muy similar a la de los dos años anteriores (161 en 2009 y 154 en 2008), pero superior a la de 2005, cuando se registraron 118.

 

El proceso tiene ventajas y desventajas: es gratuito y se realiza de forma íntegra por profesionales del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). No obstante, puede prolongarse mucho en el tiempo. «Los trámites para el proceso de adopción nacional -formación, valoración, resolución de idoneidad, etc- duran unos 5 meses, pero pesan otros muchos factores, como el propio perfil que desean los padres», concreta José Manuel Casión. Por ejemplo, las solicitudes para adoptar a niños a partir de 5 o 6 años, o a dos hermanos, o para pequeños de minorías étnicas o con necesidades especiales se resuelven pronto, pero pocos padres están interesados en hijos con estas características.

 

En 2010, hubo 38 adopciones nacionales, una cifra ligeramente superior a la de otros años. Es decir, uno de cada 4 solicitantes tiene ya a su hijo o hija con ellos.

 

Por otra parte, la adopción es un derecho al que pueden acudir matrimonios y personas solas en igualdad de condiciones. En concreto, el 10% de las solicitudes son de familias monoparentales y este porcentaje corresponde también al de adopciones totales que van destinadas a un hombre o a una mujer solos.