MONCAYO

Javier Cortés: "Esto es algo que te engancha"

Javier Cortés, director del centro micológico de San Martín de la Virgen del Moncayo, explica cómo debe ser una salida al campo a por setas.

Javier Cortés -a la derecha-, en una salida de la Asociación Micológica San Martín de Moncayo.
Javier Cortés: "Esto es algo que te engancha"
HERALDO

El Moncayo es el destino preferido de muchos aficionados a la micología por con sus más de 600 especies catalogadas -la mayoría sin ningún valor culinario, pero sí científico y medioambiental-y, sobre todo, por la abundancia de robellones.

 

Este año la gente ya está cogiendo setas porque ha habido una florada de algunas especies más temprano de la habitual. Pero cuando alguien sale al campo, no puede hacerlo de cualquier manera, es necesaria una mínima organización. "Hay que dejar dicho adónde se va procurando no ir solo, llevar teléfono móvil que siempre será muy útil y en zonas de difícil orientación, no está de más el GPS", explica Javier Cortés, experto micólogo y director del centro que hay en San Martín de la Virgen del Moncayo.

 

Toda precaución es poca, ya que "no es tan difícil perderse, porque al ir mirando al suelo en busca de setas, muchas veces se olvida coger referencias", insiste Cortés.

 

La ropa debe ser adecuada al terreno, con botas de monte y chubasquero. Hay que llevar un cesto de mimbre o recipiente aireado para que las setas no se estropeen y para que las esporas vayan cayendo por el campo. Es imprescindible la navaja, y en la búsqueda nunca hay que ayudarse de rastrillos o similares, sino que hay que utilizar la vista, las manos o un bastón para remover la vegetación.

 

"Mucha gente va al monte para recoger setas y después venderlas y hacen daño al entorno natural ya que van con rastrillos, arrasando todo", dice el micólogo. Y es que si se levanta la capa superficial, el hongo muere y el hábitat tarda muchos años en recuperarse.

 

Si las setas que se van a coger son para comer, hay que cortar sólo lo que se conoce y dejar el resto. Cualquier duda se resuelve en el centro de micología, que "se está utilizando como punto de información en el Moncayo, y somos un poco la envidia de muchos".

 

Lo que dice la legislación

La legislación en Aragón indica que hay que cortar la seta por el pie, pero para estudio se pueden recoger tres ejemplares completos, respetando siempre el misceleo o raíz. "La ley está obsoleta y caduca, porque los conocimientos micológicos van avanzando y habría que modificarla", opina Javier Cortés.

 

El micólogo también recomienda limpiar el hongo de tierra en el mismo momento de la extracción para que si hay restos fértiles se pueden quedar en esa zona. "Hay que ir aprendiendo pero sin masacrar los setales y tomando siempre muchas precauciones", reclama Cortés.

 

"Ir a recoger setas te engancha, la afición suele empezar con fines gastronómicos, pero los paseos por el campo son muy agradables, conociendo lugares nuevos, y sobre todo, si tienes una sensibilidad mínima por la naturaleza", asegura Javier Cortés.

 

Si alguien quiere aprender más, puede acercarse a la comarca el puente de noviembre y participar en las VI Jornadas Micológicas de San Martín, una cita muy completa que incluye charlas, clasificación de especies y degustación de menús micológicos en los restaurantes del pueblo. El mes que viene también habrá un cursillo de iniciación a la clasificación micológica, taller de cocina y una jornada de trabajo.