SANIDAD

Investigadores aragoneses crean un test que detecta la gripe de forma inmediata

Se comercializará en dos años y en un futuro podría diferenciar si el paciente tiene el nuevo virus A o el común

El profesor Ibarra (centro), con dos miembros del grupo de investigación del INA.
Investigadores aragoneses crean un test que detecta la gripe de forma inmediata
ESTHER CASAS

Un equipo de investigadores aragoneses ha creado un nuevo test, similar al de embarazo, que con una simple muestra de mucosidad permite detectar al instante si un paciente padece gripe o si por el contrario se trata de un simple catarro. A diferencia de las pruebas de este tipo que hay en la actualidad -y que comercializa la empresa zaragozana Certest-, el nuevo test tiene una alta sensibilidad, es decir, identifica casos incluso cuando en la muestra hay pocos virus. Además, es inmediato y capaz de calcular la cantidad de estos que tiene la persona infectada.

 

En un futuro se estudiará la manera de que en sus resultados se pueda diferenciar el tipo de gripe que ha infectado al paciente, para determinar así si tiene el virus común o el H1N1.

 

Este logro es fruto de un proyecto que científicos del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) y del de Ciencias de los Materiales (ICMA) han desarrollado durante los últimos cinco años -parte en colaboración con empresas aragonesas- y que podría salir al mercado en 24 meses. Los investigadores han patentado dos prototipos capaces de interpretar estos test de la gripe (ver explicaciones en la parte inferior de la página) y trabajan con compañías de la Comunidad -Certest de Zaragoza y Sallen de Monzón- para mejorarlos. Entre otros aspectos, se está intentando reducir el tamaño para que finalmente no sean más grandes que un teléfono de sobremesa.

 

El aparato se venderá a hospitales y ambulatorios para agilizar las pruebas diagnósticas y, en un futuro, podría ponerse incluso en farmacias para que cualquier persona pueda hacerse ella misma el test para saber si tiene la gripe, igual que ocurre con los tensiómetros que miden la presión arterial.

 

Pero, ¿cómo funciona esa prueba? Se basa en la ciencia de lo más pequeño: la nanotecnología. Gracias a ella, se han desarrollado unos biosensores que buscan y encuentran. Es decir, se han creado diminutas porciones de materia que se llaman nanopartículas magnéticas (1.000.000.000 nanómetros equivalen a un metro), que sirven para detectar la presencia de un determinado analito en el cuerpo y que, una vez que lo han encontrado, lo cuantifican. Por ejemplo, hay biosensores que perciben si hay antibiótico en la carne que se destina al consumo humano. Del mismo modo, existen otros que revelan la presencia del virus de la gripe.

Aparatos para leer las pruebas

Los investigadores aragoneses han creado también dos prototipos de aparatos para leer las señales de las tiras de los test de la gripe. En concreto, han diseñado dos: uno que funciona mediante el fenómeno de la inducción electromagnética (como el que se emplea para leer las tarjetas cuando se entra al autobús), y otro que se basa en la magnetorresistencia (el sistema por el que se leen los discos duros de los ordenadores). En principio parece que será el primero el que antes se desarrolle y salga a la venta. "Está más avanzado tecnológicamente. Pero todavía se está mejorando", comentó Ricardo Ibarra, director del Instituto Nanociencia de Aragón.

 

Por su parte, Carlos Genzor, director técnico de la empresa Certest -que participa en el proyecto- señaló que en la creación de estos aparatos y en su uso se tiene en cuenta que los virus mutan, pero que pese a esto, se pueden detectar. "Hasta ahora podíamos descubrirlos con unas tiras como las que se usan para el test de embarazo, pero para casos en los que se necesitaba más precisión, más sensibilidad, necesitábamos las nanopartículas, es decir, estas nuevas pruebas", comentó. Este añadió que es factible que estos aparatos mejorados se comercialicen en dos años.

 

El trabajo desarrollado para crear los test de la gripe parte de un proyecto denominado Nanobiomed en el que también se investiga otra línea: la de crear nanopartículas magnéticas que sean inteligentes y ayuden a ver un tumor cuando es tan pequeño que no lo detecta eñ escáner. ¿Cómo lo hacen? Esas pequeñas partículas llevan unos imanes y cuando se hace un escáner, se concentran en los alrededores de la incipiente región tumoral. El grupo forma una imagen de contraste, es decir, una gran mancha que indica el lugar en el que está el cáncer.

 

Una vez diagnosticada la enfermedad, llega el momento de la terapia, donde la nanociencia tiene una gran contribución, ya que, puede aumentar la eficacia de los fármacos. Actualmente, algunos medicamentos no llegan bien a su destino porque el propio cuerpo les pone barreras. Por ejemplo, en los casos en los que los tejidos forman una red muy compacta que no deja filtrar sustancias que no sean muy pequeñas. Con el tamaño de las nanopartículas, se conseguiría que el fármaco las atravesara y llegara a su objetivo.