TRADICIÓN ENTRE FRANCIA Y NAVARRA

Iglesias asiste al Tributo de las Tres Vacas

Conmemora el pacto entre valles mediante el cual, los ganados franceses pastan en territorio roncalés durante un periodo del año y a cambio de ello, el valle de Baretous ofrece los tres animales, aunque algunos historiadores consideran que se trata de tributo de guerra por su carácter de perpetuo, característica que identificaba a este tipo de tributo.

Los presidentes de Navarra y Aragón, Miguel Sanz y Marcelino Iglesias, han asistido en el collado de Ernaz (Isaba) a la ceremonia del Tributo de las Tres Vacas, que cada 13 de julio protagonizan los alcaldes del valle navarro de Roncal y del valle francés de Baretous.


Al acto también han asistido los consejeros navarros de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, y de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, el alcalde de Ansó, Félix Ipas y el delegado del Gobierno de Aragón en Huesca, Álvaro Calvo, según han informado ambos ejecutivos.


El presidente de Navarra, Miguel Sanz, ha afirmado acerca de esta ceremonia que "cuando existe buena voluntad, las relaciones entre los pueblos las hacen las personas y son quienes permiten la continuidad y actualidad de las mismas", ha informado el Gobierno aragonés en un comunicado.


Por su parte, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha declarado que tenía mucho interés en conocer esta tradición y ha destacado su trascendencia por tratarse de "la tradición que se mantiene viva más antigua de toda Europa".


El Tributo de las Tres Vacas es el "tratado internacional" en vigor más antiguo de Europa y consiste en el pago del tributo de tres vacas que hace el valle de Baretous (Alto Bearn-Francia) a sus vecinos fronterizos navarros de los pueblos de Isaba, Garde, Urzainqui y Uztárroz, todos del valle de Roncal.


Las vacas que se entregan tienen que ser además sin mácula (sin mancha) y del mismo "astaje, pelaje y dentaje".


Este acto conmemora el pacto entre ambos valles mediante el cual, los ganados franceses pastan en territorio roncalés durante un periodo del año y a cambio de ello, el valle de Baretous ofrece los tres animales, aunque algunos historiadores consideran que se trata de tributo de guerra por su carácter de perpetuo, característica que identificaba a este tipo de tributo.


El acto se celebra en la piedra de San Martín, que señala la muga número 262 entre España y Francia, en donde los alcaldes de ambos valles, ataviados con la indumentaria tradicional de la zona, colocan sus manos sobre la piedra y pronuncian la expresión "pax avant" (Paz de ahora en adelante) en señal de concordia y colaboración.


Esta fiesta tiene su origen en 1375, fecha en que una sentencia puso fin a diferentes disputas entre los valles de Baretous y Roncal, y desde entonces se celebra prácticamente sin interrupción.


Este año el Gobierno de Navarra ha iniciado los trámites para declarar este acto Bien de Interés Cultural, como Bien Inmaterial, y preservar esta actividad tradicional.