DESCARTA SU CONTINUIDAD

Iglesias apunta hacia Madrid o una embajada

El dirigente socialista descarta formar parte de las listas de las Cortes como fórmula para reforzar las opciones electorales de Eva Almunia.

Marcelino Iglesias.
Iglesias apunta hacia Madrid o una embajada
HERALDO

Marcelino Iglesias quiere dejar la presidencia de la DGA, pero eso no supone que quiera dejar la política. El líder de los socialistas aragoneses prevé encaminar su futuro laboral fuera de las fronteras de la Comunidad, según interpretan diferentes fuentes cercanas a Iglesias. De momento, han dejado claro ya que no ocupará plaza en las listas al Parlamento autonómico. Aunque se había especulado con que Iglesias y Almunia encabezasen por Huesca y Zaragoza respectivamente, esta situación no podrá darse una vez que Iglesias no se plantea estar en las Cortes tras haber dado el relevo como candidato a la DGA. Esta estrategia había sido defendida por varios dirigentes socialistas como fórmula para reforzar en lo posible las opciones de Eva Almunia en la cita electoral.

Descartada La Aljafería, todo apuntaba inicialmente a otras Cámaras, ya sea el Congreso o el Senado. Sin embargo, para esos cargos debería esperar casi un año desde que deje de ser presidente de Aragón, ya que -si no hay adelanto debido a la crisis- hasta marzo de 2012 no serán las elecciones generales.

Poco después de que en 2008 anunciase que no repetiría, ya se planteó que Iglesias aspiraba a ser presidente del Senado. Sin embargo, ahora el juego de mayorías que puede haber en 2012 pone en cuestión esta posibilidad. Igual sucede con la presidencia del Congreso, aunque en este caso no se llegó a especular con que aspirase a ese puesto. Hay que decir en cualquier caso que sus dos actuales presidentes, los socialistas José Bono y Javier Rojo, previsiblemente no continuarán por lo que si el PSOE repite victoria e Iglesias decide concurrir en una lista electoral, seguro que decide optar a uno de esos puestos.

Pero a la vez que la opción del 2012 se aleja, se alienta la posibilidad de un destino casi inmediato tras su salida del Pignatelli. Hará casi ya dos meses se especuló con la posibilidad de que Iglesias entrase de ministro en el Gobierno central. No parece el destino más sensato, ni por el momento político y económico, ni por su relación con Rodríguez Zapatero, ni porque Iglesias siempre ha estado en áreas alejadas de la gestión y más centradas en la representación.

De esta manera, las opciones apuntan hacia el exterior, donde se dirigen sin disimulo otros altos dirigentes del PSOE federal e incluso de los socialistas zaragozanos. Esta circunstancia no es precisamente nueva, de hecho ya hay ex altos dirigentes del PSOE en estos puestos representativos. Es el caso por ejemplo del ex ministro y ex alcalde de Barcelona, Joan Clos (actualmente embajador en Turquía) o el ex alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez (embajador ante la Santa Sede).

La opción vaticana

Precisamente, una de las opciones que podrían cuadrar con su perfil moderado es el de embajador en la Santa Sede, puesto que podría quedar vacante a finales de 2010. El presidente aragonés, que pese al contencioso de los bienes siempre ha cuidado mucho su relación con la jerarquía eclesial, contaría sin problemas con el plácet de la Santa Sede.

Por lo demás, hay que recordar que la embajada de España ante la Santa Sede fue precisamente la primera representación que tuvo la Corona de Aragón en el exterior. Esta circunstancia ha sido reseñada por Iglesias en más de una ocasión. Otros destinos que todo indica que aceptaría sin problemas es Portugal o Francia, que por otra parte acaban de experimentar cambios en sus titulares, por lo que es bastante improbable que acabe en alguna de ellas.

Independientemente de dónde esté Iglesias a partir de junio de 2011, tiene el reto de hacer una sucesión relativamente ordenada. Si Eva Almunia perdiese las elecciones todos sus planes se quedarán en nada y tocará asumir que otra familia del PSOE aragonés se haga con el control. Si gana Almunia, con sus primeras actuaciones se verá si Iglesias le deja el campo libre o pretenderá seguir manejando la situación.