​La catedral de Huesca permite disfrutar del fenómeno de la asoleación

Durante unos minutos, la luz se proyecta sobre la imagen de la Inmaculada, en un bonito efecto visual.

El sol ilumina la imagen de la Inmaculada
El sol ilumina la imagen de la Inmaculada
Archivo Museo Diocesano

Como si de un cañón de luz de los que se utilizan en teatro se tratara, cuando el reloj se aproxima a las 12.45 el sol penetra por unas de las ventanas situadas en el altar de San Joaquín de la catedral de Huesca, iluminando la imagen de la Virgen de la Inmaculada, que preside lo alto de la reja que cierra esta capilla lateral del templo oscense. Este fenómeno, que recibe el nombre de asoleación, se produce solo durante dos semanas al año, y no es algo casual, como explica Susana Villacampa, coordinadora del Museo Diocesano de Huesca. “Es un fenómeno ligado a los equinoccios, que se repite durante una semana en primavera y durante el inicio del otoño”.


Villacampa argumenta que en varios templos de la época medieval es común esta situación, que basa su explicación científica en la astronomía y el movimiento que realiza el sol en esta época concreta del año.


Otra de las justificaciones que se encuentran para asegurar que no se trata de algo no estudiado es que en la época en la que el retablo fue restaurado, en el siglo XVII, en el año 1654 en concreto, existía en Huesca una gran devoción por la Virgen de la Inmaculada, protagonista de la asoleación. “En ese momento, en el que la peste negra había mermado la población de la ciudad, las circunstancias llevaron a un gran desarrollo de la causa inmaculativa, de la defensa del dogma de esta virgen. Esto nos da más motivos para pensar que se diseñó la iluminación para homenajear también su figura”, comenta Villacampa.


La imagen de la Virgen de la Inmaculada, realizada por alabastro, se convierte así durante unos días en protagonista de la capilla, aunque dentro de la figura destaca su corona, que se adorna de diferentes piedras de colores, y que al recibir los rayos del sol proyecta un colorido halo de luz que llega hasta la zona de bancos más próxima.


Coincidiendo con la celebración el pasado fin de semana de un mercadillo en el barrio del Casco Viejo de la capital oscense, se realizó una visita guiada para poder observar el proceso con las explicaciones de Villacampa, en el que participaron varias decenas de personas, en su mayoría procedentes de la propia ciudad de Huesca, aunque las nubes no permitieron disfrutar del fenómeno en todo su esplendor, como sí ha podido hacerse en este tramo final de la semana. En estos días ha sido frecuente el goteo de visitantes en torno a las 12.45 y 13.00 que se sientan junto a la capilla a contemplar el bonito efecto visual.

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