La ermita de Salas requiere una actuación urgente en el exterior

Uno de los porches permanece vallado por riesgo de derrumbe.

Porche de la ermita de Salas vallado
Porche de la ermita de Salas vallado
R. C.

Uno de los porches exteriores de la ermita de la virgen de Salas de Huesca, situada a dos kilómetros del núcleo urbano, permanece vallado ante el mal estado de algunas de las vigas que lo componen en la parte central. Una situación que observan con temor desde la Cofradía de la ermita, ya que de no acometerse una actuación inmediata en el lugar en un plazo breve de tiempo, podría desembocar en el derrumbe total de este porche, cuya restauración sería mucho más compleja y costosa. "La viga que peor estado presenta debería de estar apuntalada, porque no se sabe su verdadera situación y hay riesgo de que pueda partirse en cualquier momento", explica Mariano Claver, prior de la Cofradía.


La decisión de vallar el perímetro del porche fue tomada por el Obispado, propietario del edificio, tras la celebración de la multitudinaria romería a la ermita en el mes de mayo, cuando empezaba a ser evidente el deterioro de la techumbre del porche. Ahora, se presenta la opción de restaurar solo la parte que presentan peor estado, como ya se hizo anteriormente con otras deterioradas, o renovar toda la cubierta. "Hace unos años reparamos unas 8 vigas por el mismo problema, con un coste de unos 20.000 euros, que acometimos conjuntamente con el Obispado. Ahora, se nos plantea realizar una actuación similar o directamente sustituir toda la zona, lo que tendría un coste mucho mayor”, comenta Claver. Pero la decisión no depende de la Cofradía, sino del Obispado, que estudia un proyecto para el edificio, que Claver espera que pueda finalizarse antes de la otra romería a Salas, que se celebrará el segundo domingo de septiembre.


“No existe tanto un peligro para los que visiten la ermita, porque está todo perfectamente vallado, como para el estado del propio edificio si el derrumbamiento llega a producirse”, aclara el prior, ya que estos meses son los de mayor afluencia a la zona. “Las bodas pueden llevarse a cabo con normalidad pese a esta situación, solo las muchas meriendas y cumpleaños que se celebraban bajo el porche deberán cambiar de ubicación”,