Más de 2.000 oscenses conocen el Palacio de Justicia el día antes de su inauguración

Más de 2.000 ciudadanos recorrieron ayer las modernas y amplias instalaciones del Palacio de Justicia de Huesca, que hoy inaugurarán el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial y la presidenta de Aragón. La jornada de puertas abiertas para ver el moderno edificio de seis plantas que albergará la Audiencia y nueve juzgados, con una inversión de  13 millones de euros, levantó tal expectación que media hora antes ya había gente esperando.   

Cinco trabajadores del departamento de Justicia guiaron las visitas entre las 11.00 y las 20.00. Comenzaban en la planta calle, donde se reparten siete salas de vistas, el juzgado de guardia, el registro civil, una sala de bodas, el Instituto de Medicina Legal, la oficina de atención a las víctimas y los Colegios de Abogados y Procuradores. Los guías explicaban los distintos accesos a las salas, uno restringido a los funcionarios y otro  para el público. Hasta aquí llegan los detenidos por un ascensor desde los calabozos del sótano. "Si hubiera un testigo protegido entrará por la zona restringida y se le aislará con un biombo. Él puede ver por una mirilla pero no ser visto", comentaba uno de ellos. La más grande es la de la Audiencia, concebida para las vistas con jurado y las más mediáticas. La primera será dentro de cuatro días, el 18 de septiembre. 

Los visitantes también pudieron conocer en el segundo piso  los juzgados de instrucción, en cuyos pasillos les mostraban los grandes armarios de bloques rodantes para archivar los expedientes. En el sótano hay además 4,5 kilómetros de estanterías. El resto de las plantas, casi calcadas, no eran accesibles, tampoco el sótano, con sus 10 celdas, por razones de seguridad. "Dará más vida al barrio"

Entre los asistentes, muchos vecinos del barrio que han visto crecer el edificio y esperan que sea un foco de atracción para locales comerciales y de hostelería. Como Carmen Bertolín y su hija Yolanda Gállego. "Me ha parecido muy interesante", comentó la madre, destacando la modernidad y luminosidad del inmueble frente a los vetustos edificios judiciales del centro. "Además hay un 30% de espacio libre pensando en futuras ampliaciones", valoró. Su hija, estudiante de Arquitectura, opinaba que será "un edificio singular para la ciudad como el Palacio de Congresos". A ella le interesaba conocer los sistemas de luz natural y la distribución interior y alabó sobre todo "el lucernario de las salas de vistas".  

Ambas coincidieron en que  "dará más vida al barrio, ya que atraerá bares y restaurantes". Lo mismo que Enrique Vila e Isabel Carbonel, vecinos de Los Olivos, quienes en los últimos años han asistido al derribo del cuartel de Artillería y a la construcción en el solar de varios bloques de viviendas y del nuevo equipamiento judicial. "Los trabajadores de los juzgados lo tienen más fácil para llegar aquí", señalaban.

La jornada de puertas abiertas atrajo sobre todo a personas ajenas al mundo judicial, pues ya se han organizado visitas con los profesionales. No obstante, no se la quiso perder la letrada y concejal Gemma Allué. Todos, dijo, ganarán en "comodidad y rapidez", frente a la dispersión de los juzgados actuales en tres edificios. "Es más fácil llegar y el acceso a discapacitados está totalmente garantizado", añadió.  

El mobiliario era ayer escaso ya que, según la directora general de Administración de Justicia, Tomasa Hernández, "solo hemos adquirido el 20%, el resto lo traerán los órganos judiciales". Presente en la jornada, destacó la ventaja de concentrar los servicios en un mismo edificio, con más espacio y más moderno, y aseguró que el traslado, que se prolongará desde hoy hasta el 14 de octubre, no va a plantear problemas. 

"El punto crítico era el cambio del Juzgado de Guardia, pero hemos hecho un calendario para que el que entre de guardia por primera vez sea el que antes se trasladó", explicó. La Audiencia será la primera, mañana, martes, y el último, el Registro Civil. En total, 19 unidades judiciales y 163 trabajadores. Los funcionarios trabajarán hasta las 14.00 en las actuales sedes y a esa hora los equipos de mudanza empezarán a trasladar el material. Ya en el nuevo edificio, de las 7.30 a las 9.00 del día siguiente, se conectan los equipos informáticos para poder funcionar con normalidad.