Los trabajos de las rotondas de Ramón y Cajal avanzan y finalizarán en octubre

La asociación de vecinos pide paciencia ante las molestias que puedan surgir a causa de las obras. 

Trabajos en las rotondas de Ramón y Cajal.
Los trabajos de las rotondas de Ramón y Cajal avanzan y finalizarán en octubre
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Las obras de remodelación de la avenida de Ramón y Cajal de Huesca van tomando forma. Cuando se cumple algo más de un mes de la entrada de las máquinas, los obreros llevan a cabo ahora, explica el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Huesca, Gerardo Oliván, a la delimitación del bordillo con las aceras y pavimento de las dos rotondas que forman el tramo de travesía de la N-240, en los cruces de Ramón y Cajal con las calles División 52 y Valencia.


En palabras de Oliván, los trabajos se están desarrollando en plazo y está previsto que finalicen a mediados del próximo mes de octubre. Desconoce, por otra parte, si habrá actividad durante las fiestas de San Lorenzo. Todo dependerá, asegura, del convenio de los trabajadores. El proyecto, que también incluye el ensanchamiento de las aceras, tiene un coste de 738.000 euros y estaba pendiente desde la firma del convenio en 2006.


Mientras, los vecinos viven con paciencia y algún susto el proceso de las obras. Como ha explicado una joven que vive enfrente de las obras a Heraldo.es, además de los ruidos y el polvo habituales cuando se producen este tipo de trabajos, ha notado también temblores en su vivienda.


“Se producen de forma débil, pero se han repetido durante varios días y durante un largo espacio de tiempo”, explica. Teme que los trabajos puedan estar afectando a la base del inmueble en el que vive y lamenta “que no les hayan explicado el proceso que van a llevar los trabajos ni las afecciones que puede haber”.


Deben acostumbrarse además a los cortes de agua, también frecuentes y al parecer, sin previo aviso. La presidenta de la Asociación de Vecinos, Purificación Broto, pide paciencia.


Como asegura, se trata de las molestias propias de unos trabajos de este tipo, “que cualquiera que haya tenido obras en su casa puede entender”. En su opinión, los trabajos se realizan dentro de un horario adecuado, de ocho de la mañana a ocho de la tarde. “No se pueden hacer en otro momento ni a otras horas y tampoco dejar de hacerlas. Tenemos molestias, pero seguro que no se puede evitar hacerlo de otra manera”, añade Broto.

 Menos aparcamientos


Los trabajos, comenta, se han dejado notar en el día a día del barrio. Hay aparcamientos en la zona del solar de la antigua cárcel ahora no pueden utilizarse. Los peatones han tenido variar también sus itinerarios habituales y la marquesina del autobús urbano junto al hipermercado que ubicado entre el paseo de Ramón y Cajal y la calle Valencia ha quedado también inutilizable.


Recomienda además cerrar las ventanas mientras se producen los trabajos. “Es un poco difícil llevar a cabo estas obras sin que se produzcan molestias y suponemos que desde la constructora ya se están poniendo las medidas apropiadas para incomodar lo menos posible”, añade. De recogerse más quejas en la asociación, comenta, se pondrán en contacto todas las partes para resolver los problemas que vayan surgiendo.