Los equipos de montaña viven otra intensa jornada, con 5 rescatados en Benasque y Bierge

Uno de los principales peligros en el inicio del verano es la nieve en alta montaña, que se ha cobrado ya dos vidas


 La Guardia Civil vivió ayer otra intensa jornada de rescates en la montaña, que se saldó  con cinco personas evacuadas, cuatro de ellas con diversos traumatismos y otra ilesa. Esta última había perdido las zapatillas en el descenso de un barranco y no podía continuar. Todos los accidentes tuvieron lugar en los municipios de Benasque y Bierge.


A primera hora de la mañana, un montañero madrileño de 57 años sufrió una caída en la ruta de ascenso al Aneto, concretamente en la zona del Portillón Superior, próximo al glaciar. Se lesionó la rodilla y no podía seguir. También en Benasque, otro excursionista se cayó varios metros en el pico Bardamina, con politraumatismos y fractura de peroné. Y en el pico Alba, un tercer montañero hubo de ser trasladado por los equipos de rescate al centro de salud con una contusión muscular, igualmente por una caída.


Las otras dos personas fueron evacuadas en el barranco de la Peonera, en Bierge. El helicóptero acudió a socorrer a un barranquista de 30 años, vecino de Azlor, con una posible fractura de tobillo y cuando estaba realizando el auxilio otro le pidió ayuda para salir de allí porque había perdido las zapatillas, iba descalzo y no podía seguir. Este, de 36 años y residente en La Almunia de Doña Godina, fue trasladado a la presa de Bierge, donde acaba el barranco, mientras que al primero lo evacuaron al hospital San Jorge.20 días de peligro

Los salvamentos en la montaña se han disparado desde el pasado fin de semana, con el arranque de la temporada estival y la mayor afluencia de excursionistas. En este inicio del verano preocupa sobre todo la presencia de nieve en cotas altas del Pirineo, que en los últimos días le ha costado la vida a dos personas. La nieve ocultaba el agujero por el que se precipitó un inglés de 78 años cerca del ibón de Pecico (Panticosa), una caída de tres metros pero que resultó mortal. También fue en un nevero donde resbaló un alicantino de 67 años que no pudo detenerse, a pesar de llevar crampones y piolet, despeñándose 100 metros en el pico Maladeta (Benasque). El manto nivoso ha sido protagonista de al menos otros dos accidentes graves. Por ello, los expertos reclaman precaución y alertan de que, al menos durante veinte días más, el peligro estará latente.


«Al igual que ocurrió el pasado domingo (29 de junio), la nieve pueden ceder si se está encima de una oquedad. Pero hay que sumar dos peligros más: el deslizamiento incontrolado, que puede llevar al montañero a impactar contra las rocas del camino, o que se adentre en la rimaya (grieta larga y estrecha que con el deshielo se abre entre la nieve y la roca y que puede tener varios metros de profundidad)», señaló el brigada de los equipos de rescate de la Guardia Civil, Miguel Domínguez. En este último caso, a los metros de caída hay que sumar los golpes al pasar por la grieta y el agua fría del deshielo que hay en el fondo. «Son caídas graves, generalmente con traumatismos», advirtió. 


Aunque desde mediados de julio hasta el 15 de agosto es cuando más incidencias se registran, los equipos de rescate realizan decenas de intervenciones entre junio y septiembre. En 2011 se contabilizaron 206; al año siguiente, 169; y en 2013, 323, según los datos facilitados por la Guardia Civil y el departamento de Interior de la DGA. 


La punta «coincide con las vacaciones», señaló Domínguez, y añadió que las condiciones de la montaña hacen a los turistas más osados. «En invierno el terreno está nevado y se necesitan técnicas y unas condiciones físicas», dice, pero en verano todo parece más fácil. No obstante, hay que tener en cuenta unos consejos básicos:  una buena planificación del itinerario, no ir solo, dejar dicho dónde se va, llevar material y saber emplearlo, y no olvidar la forma física y técnica, ya que la actividad debe adaptarse a ella.