Seis horas, en plena noche y con aguanieve, para rescatar a una montañera herida en el Aneto

Los agentes tuvieron que montar sistemas de cuerdas y poleas para bajar la camilla por las zonas más pendientes y portearla después a hombros durante dos horas

En plena noche y en medio de una tormenta de granizo y aguanieve, efectivos de la Guardia Civil de Benasque auxiliaron ayer a una montañera catalana que cayó y resbaló por una pendiente de gran desnivel en el Collado de la Renclusa (Benasque). La mujer tuvo que ser evacuada a pie, en una camilla que los agentes portaron a hombros en algunos tramos y que bajaron con sistemas de cuerdas y poleas en otros en los que la fuerte pendiente del terreno complicaba la tarea.


El aviso se recibió sobre las 18.15 desde el refugio de montaña de la Renclusa, una llamada en la que se alertaba de que una mujer de 32 años y vecina de Barcelona había sufrido una caída cuando descendía del Aneto. A pesar de que llevaba crampones y piolet (para evitar deslizarse en el hielo), resbaló por la fuerte pendiente, lesionándose la rodilla, lo que le impedía continuar con el descenso por sus propios medios.


Tres agentes del Grupo de Rescate de Intervención de Benasque (Greim) se pusieron en marcha de inmediato. Ante la imposibilidad de que el helicóptero pudiera volar, informaron fuentes de la Benemérita, realizaron el ascenso a pie. Trabajadores del refugio de la Renclusa, así como un médico que se encontraba en dicho establecimiento, también colaboraron en las tareas de auxilio.Una pared casi vertical

Con las últimas horas de luz del día, el equipo de rescate localizó a la herida y sus acompañantes en un corredor de nieve muy pendiente, con unos 60 grados de inclinación, según informó la Guardia Civil. Además, estaba pegado a una pared de roca casi vertical por la que tuvieron que trepar los especialistas de montaña para llegar al grupo. El médico que acudió voluntariamente desde el refugio le realizó los primeros auxilios y la inmovilizó para su evacuación en camilla.


El termómetro rozando los ceros grados, viento y una fuerte borrasca que les dejó granizo y agua nieve complicaron el descenso de la herida que duró horas. Uno de los principales escollos que tuvieron que salvar los especialistas fue un corredor de más de 300 metros y fuerte pendiente. Los agentes de montaña de Benasque utilizaron cuerdas, poleas y nudos para descender la camilla por esta zona. Incluso, informó la Guardia Civil, se sirvieron de los árboles que había en la zona y de los piolets que portaban para realizar sucesivas reuniones (zonas en las que se asegura la cuerda y el descenso) hasta alcanzar un terreno más llano.


A partir de ahí, los agentes se fueron turnando para portear a hombros la camilla en la que trasladaban a la herida. Durante más de dos horas anduvieron por el monte hasta llegar al paraje conocido como la zona de la Besurta (unos kilómetros más arriba de los Llanos del Hospital de Benasque), donde una ambulancia recogió a la mujer de 32 años.


El vehículo sanitario trasladó a la montañera catalana hasta el Centro de Salud de Benasque, donde fue atendida de la lesión que presentaba en la rodilla. Finalizaba así un rescate que se prolongó durante más de seis horas y en el que las inclemencias del tiempo dificultaron las tareas.