Muere un montañero catalán al despeñarse 50 metros cuando realizaba un rápel en Montanuy

Fallaron los anclajes y su compañero
de cordada resultó grave, pero pudo alertar a emergencias de lo sucedido.

Montanuy
Montanuy

Un montañero catalán de 48 años falleció ayer al despeñarse 50 metros por un cortado, cuando realizaba junto a un amigo un rápel en una zona próxima al ibón de Llauset, en el municipio de Montanuy. Su compañero de cordada, un hombre de 32 años, resultó herido grave en el accidente, pero pudo dar la voz de alarma a los servicios de emergencia. La Guardia Civil investiga las causas por las que falló el sistema que colocaron los mismos montañeros, diligencias que se remitirán al juzgado de Barbastro.


El aviso del accidente se recibió a las 11.25 en la central de la Guardia Civil, informaron fuentes de la Benemérita. Un joven alertaba de que él y otro montañero estaban realizando una actividad en una pared próxima al ibón de Llauset, a unos 1.850 metros de altitud, y habían sufrido un fatal accidente. Enseguida se puso en marcha un operativo de rescate en el que participaron varios agentes del equipo de montaña de Benasque, la unidad aérea con base en Huesca y un médico especialista en montaña.


Según una nota de la Guardia Civil, los dos hombres intentaban rapelar la fuerte pendiente cuando, al parecer, falló el sistema de anclajes colocados para realizar el rápel. Dichas fuentes precisaron que el sistema había sido instalado por ellos mismos y que el accidente ocurrió cuando uno de ellos, el más joven, había comenzado ya el descenso de la pendiente mientras que su compañero, desde arriba, le estaba ayudando en el descenso.


La rotura del sistema, por causas que aún se desconocen, provocó que ambos se despeñaran por la pared. El montañero de 48 años y vecino de Cambrils, que se encontraba en lo más alto ayudando a su compañero a descender, se despeñó unos 50 metros. El otro cayó entre 15 y 20.


Cuando los equipos de emergencia llegaron al lugar indicado, el helicóptero realizó una maniobra para dejar a los especialistas y el médico lo más rápido y también lo más cerca posible de los accidentados. Pero el facultativo nada pudo hacer por salvar la vida del hombre que había caído de una altura superior.


En un primer reconocimiento al compañero, el joven que había alertado de lo sucedido, le diagnosticó politraumatismos de diversa consideración en cabeza y tronco, así como en las extremidades superiores. Además, presentaba una posible fractura de pelvis, por lo que precisaba una pronta evacuación.


Debido a lo abrupto del terreno, y para evitar que las palas del helicóptero impactaran contra los arbustos existentes en la zona, la Guardia Civil decidió realizar la evacuación utilizando la grúa que porta el aparato. El joven herido fue llevado hasta el hospital de San Jorge de Huesca, mientras que a la víctima mortal se la trasladó hasta la helisuperficie de Benasque para su posterior conducción al depósito de cadáveres de la misma localidad.


La Guardia Civil ha abierto diligencias para investigar las causas por las que falló el sistema de anclajes, informe que será remitido al juzgado de Barbastro, trámite habitual en este tipo de accidentes.

Cuatro víctimas mortales

Esta es la cuarta víctima mortal en la montaña en este año 2014, dos de las cuales eran de Huesca. El primer accidente se produjo a principios del mes de enero en una vía ferrata del congosto de Obarra, en el municipio de Beranuy. A él y a su acompañante les sorprendió la noche y, cuando intentaba localizar un camino de escape para salir de la zona de escalada, se despeñó por un cortado de más de 150 metros. A este trágico accidente, también en el mes de febrero, le siguió el de una esquiadora de travesía que en la canal de Ip (Canfranc) resbaló y rodó por una ladera. Fue localizada y evacuada con vida a Zaragoza por los equipos de rescate de la Guardia Civil, pero no pudo superar las graves heridas que presentaba –politraumatismos, así como una hipotermia grave– y falleció a los dos días.


El último accidente mortal, hasta ayer, se había registrado en Canfranc. Una oscense de 41 años murió al precipitarse 150 metros por un cortado de la Canal de Izas cuando realizaba raquetas de nieve junto a su marido.