El legado de Antonieta

La muestra puede verse hasta el día 16 en la sala de Bantierra de Concepción Arenal.

Desde ayer viernes y hasta el próximo día 16, la sala de exposiciones de Bantierra, en la plaza de Concepción Arenal de Huesca, se convierte en un túnel del tiempo que lleva a los visitantes a realizar un viaje a través de la historia de la indumentaria tradicional aragonesa. Todas las piezas que pueden verse, y muchísimas más que se guardan ahora como un tesoro en multitud de armarios y arcones de la provincia de Huesca, son obra de la oscense María Antonia Sanagustín o Antonieta, como se la conoce cariñosamente y han sido reunidas para esta muestra por María Ángeles Buesa, propietaria del comercio de trajes regionales A Faldriquera.


La muestra fue inaugurada la tarde del viernes y como la propia Antonieta recordó, empezó a coser con 12 años a instancias de su madre. “No me gustaba mucho cuando empecé, pero mi madre, por decreto de ley, me mandó que lo hiciera. Prefería bordar, eso sí que me gustaba, para las mujeres que se iban a casar, que no todas nos hemos casado”, confesó de buen humor. Desde su antiguo taller en la calle de Ramiro El Monje (la popular Correría) le servía como inspiración la torre de la basílica de San Lorenzo. “Pero yo siempre he sido del barrio de San Pedro”, comentó. Sus trajes, recordó, han recorrido todo el mundo, llegando incluso hasta Nueva York. “Una clienta me encargó uno para lucirlo allí el Día de la Hispanidad y fue su hijo quien se lo llevó”, relató Antonieta.


A sus noventa años de edad y tras toda una vida de dedicación, Sanagustín ha creado un rico y extenso legado con sus telas, agujas, hilos y máquinas de coser, que suponen un recorrido por la tradición de todo el Pirineo, sin olvidar tampoco el sur de la provincia. En la muestra puede verse además su primera Singer, que compró, por “25 duros” de la época. Su trabajo se mantiene así presente en las numerosas fiestas patronales de esta y otras provincias, en las que pueden verse sus diseños, ya sea en romerías, procesiones, ofrendas, en las rondallas y bailes de los grupos folclóricos; y especialmente en Huesca, en las fiestas de San Lorenzo, donde son numerosos los participantes en las procesiones del día 9 y del día 15 que llevan o han llevado alguno de sus diseños, ya que han estado disponibles también de alquiler. Su labor fue reconocida además en 2000 con el premio Parrilla de Oro que concede la ciudad de Huesca.


La muestra, que está compuesta por un total de 40 piezas, entre trajes, zapatos y complementos y otros objetos, puede verse en la citada sala de exposiciones de lunes a viernes en horario de 18.00 a 21.00. La muestra se complementa además con fotografías y recuerdos personales de Sanagustín, como su antigua máquina de coser.-