​Lanuza espera convertirse en barrio de Sallent en tres meses

Tras casi quince años luchando, durante el primer trimestre del año se procederá a la inscripción en el Registro de la Propiedad.

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​Lanuza espera convertirse en barrio de Sallent en tres meses

Tras casi quince años luchando, durante el primer trimestre del año se procederá a la inscripción en el Registro de la Propiedad.

El pueblo de Lanuza está a solo un paso de ser un barrio de la localidad de Sallent de Gállego. Hace unas semanas, el pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Sallent aprobaba, por fin, el proyecto de reparcelación de la localidad vecina.


El engranaje burocrático ya está en marcha y en el primer trimestre del año se completará el último paso del proceso: la inscripción en el Registro de la Propiedad, a través de la cual conseguirán la consideración de barrio o núcleo poblacional y la consecuente recepción por parte del Ayuntamiento sallentino de las calles de Lanuza.


Conocido por albergar el único escenario flotante de Aragón y marco del prestigioso Festival Internacional de las Culturas ‘Pirineos Sur’, también es cuna de Justicias, pues de ella han salido hasta nueve, entre ellos, Juan V de Lanuza. La construcción del embalse en 1976 provocó el paulatino y forzoso proceso de despoblación de la localidad, hasta quedar completamente deshabitada en 1978. Víctima del expolio y del abandono, en la década de los 90 los antiguos moradores consiguieron recuperar las propiedades que habían tenido la suerte de no quedar sumergidas e iniciaron un proceso de revitalización que todavía continúa.


Hoy, apenas una veintena de vecinos viven a diario en Lanuza. Aunque se han recuperado cinco decenas de casas cuyos dueños utilizan como segunda residencia. Desde que empezó la recuperación, estos vecinos han mantenido el pueblo a base de derramas. “Durante todo este tiempo nos hemos tenido que hacer cargo de todo el mantenimiento de la localidad, así como del pago de todo el proceso de reparcelación”, explica el presidente de la Junta de Compensación de Lanuza, Miguel Latas. “Nos hemos encargado de la depuración de las aguas, de la limpieza, las telecomunicaciones y, en muchas ocasiones, si hemos tenido un problema lo hemos intentado arreglar entre todos los vecinos del pueblo. Hasta ahora hemos sido como una urbanización independiente”, añade.


Con la inscripción en el Registro de la Propiedad, los vecinos esperan conseguir el estatus de cualquier pueblo habitado. “La consideración de Lanuza como barrio de Sallent de Gállego nos va a permitir tener los mismos servicios que tienen los vecinos de esta localidad", señala el presidente de la Junta de Compensación.Un cuarto de siglo de trabajo, empeño y esfuerzo


"Han tenido que transcurrir catorce años desde que se empezó a trabajar en este proyecto y, finalmente lo hemos conseguido”, añade Latas. De hecho, esta es una reivindicación que ha pasado por dos generaciones: la de los padres que hace 20 años vieron expropiados sus casas y terrenos para la construcción del embalse, que entonces tenían 50 años; y la de sus hijos, que han tenido que acabar recogiendo el relevo. “Ahora solo queda el último paso y, según nos dijo la registradora de la propiedad de Sabiñánigo, esa inscripción podría tardar dos o tres meses en ser efectiva", señala Latas.


Para Lanuza, este es un momento de vital importancia. Durante los últimos 25 años, la historia del pueblo ha estado vinculada al esfuerzo, empeño e inversión de los antiguos vecinos. “En un primer momento, para recuperarlo de las ruinas tras la expropiación forzosa y, después, porque han sido estos mismos vecinos los que se han hecho cargo de todo lo relativo a la manutención de un lugar habitado", argumenta Latas, quien también hace hincapié en “la disposición y el interés demostrado por el Ayuntamiento de Sallent de Gállego para que todo esto salga adelante”.