El pasado 17 de septiembre la Guardia Civil decomisó 2.183 kilográmos de comida en proceso de descongelación. 

Los hechos ocurrieron sobre las 8.30 cuando las autoridades intervinieron un transporte que llevaba productos congelados que ya habían perdido la cadena del frío y estaba en proceso de descongelación, por lo que eran inservibles para el consumo humano.

Además, los agentes verificaron que el vehículo "no era el apropiado" para el transporte de este tipo de alimentos ya que no se trataba de un vehículo refrigerador.

La Guardia Civil pudo determinar que la mercancía había sido cargado sobre la 1.00 en Girona y salió sobre las 6.00 con destino a diferentes localidades de la provincia de Huesca para su comercialización.

Tras las gestiones pertinentes, las autoridades destruyeron la mercancía e interpusieron diferentes denuncias.