Contaminación en Sabiñánigo

Lobón augura una "solución completa" para los vertidos tóxicos en Sabiñánigo

El presidente de la CHE resalta que el control de calidad refleja un mal estado de las aguas desde un punto de vista químico aunque no como para afectar a los abastecimientos.

El consejero aragonés de Agricultura y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha expresado su confianza en que los trabajos acometidos en los vertederos de Sardas y Bailín, en Sabiñánigo (Huesca), den una "solución completa" al problema de los residuos tóxicos  generados por Inquinosa hasta su clausura.


Lobón ha hecho estas manifestaciones a los medios de comunicación tras comprobar los trabajos de control de aguas y de descontaminación de sus suelos, afectados por los residuos del pesticida lindano depositados por Inquinosa durante años.


El consejero, quien se ha desplazado a Sabiñánigo junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, ha admitido que los problemas de contaminación generado por Inquinosa en los referidos suelos son "desgraciadamente de primer orden".


A su juicio, "los trabajos acometidos históricamente y la dirección de los actuales permiten poco a poco avanzar hacia la solución completa del problema, y, mientras, mantener los niveles de contaminación en niveles asumibles para el medio ambiente y la salud de las personas".


Lobón ha destacado el trabajo en común desarrollado entre los gobiernos central y autonómico para hacer frente a la problemática generada por Inquinosa, y ha resaltado, en alusión velada a las críticas de las organizaciones ecologistas respecto a las deficiencias detectadas en las obras llevadas a cabo en Bailín, que hay "una total garantía y control" de la situación.


Por su parte, el responsable del Organismo de cuenca ha resaltado que los trabajos de control de calidad de las aguas en la zona "sí que reflejan un mal estado de las aguas desde un punto de vista químico, pero esos datos no son altos como para afectar a los abastecimientos, y en este sentido no tiene que existir preocupación ya que se hace un análisis continuo de los caudales".


Los trabajos que se llevan a cabo incluyen el desmantelamiento del viejo vertedero de Bailín y su traslado a las nuevas instalaciones de seguridad, así como la adecuación de Sardas y la limpieza de los suelos donde se ubicaba la planta de Inquinosa.


Tras su cierre, Inquinosa se enfrentó a un proceso judicial que culminó con una sentencia penal contra dos de sus directivos al entender el tribunal que los juzgó que la industria creó una situación de riesgo para las personas.


También fue abierto por el Gobierno aragonés un procedimiento civil para reclamar el pago de los trabajos de limpieza de los suelos afectados, que no pudo ejecutarse al desconocerse el paradero de la dirección de la empresa.