En Benasque

La crisis amenaza al único centro español de encuentros científicos

El Centro de Ciencias Pedro Pascual de Benasque es el único existente en España como punto de encuentro de trabajos y discusiones científicas.

Garmendia visitó el centro cuando era ministra de Ciencia e Innovación
La crisis amenaza al único centro español de encuentros científicos
EFE

El Centro de Ciencias Pedro Pascual de Benasque es el único existente en España como punto de encuentro de trabajos y discusiones científicas y aunque su apuesta por "la excelencia y la internacionalidad" le ha reportado reconocimiento, la situación económica amenaza su futuro.


La historia de este espacio "singular", que no tiene personal investigador propio, se remonta a 1994 cuando comenzaron las reuniones y encuentros en edificios alquilados al Ayuntamiento como la Casa de la Cultura o las antiguas escuelas.


"Es un espacio de trabajo en el que se reúnen grupos internacionales que se complementan y discuten", una iniciativa que hemos "copiado" y existe en lugares como Aspen (Estados Unidos), explica Manuel Asorey, uno de los codirectores del centro.


"Antes éramos más apreciados en Estados Unidos que en Europa" pero ahora los grandes grupos de investigación europeos "se están dando cuenta de que es importante y están orgullosos de tenerlo", dice.


De hecho, el responsable del proceso de elaboración de la nueva Estrategia Europea de Física de Partículas, Tatsuya Nakada, alabó recientemente en Benasque la existencia de este centro del que aseguró sentir envidia.


Para Asorey, la posibilidad de fijar una actividad en un sitio concreto es "una etiqueta" porque puedes conseguir "una imagen internacional asociada a ese campo" y añade con orgullo que hace poco se encontró un teorema que los propios matemáticos que lo inventaron lo denominan entre ellos "el teorema de Benasque".


Aunque el centro de ciencias tiene dieciocho años, tan solo hace tres que dispone de sede propia, un edificio construido sobre las antiguas escuelas con una arquitectura y distribución "muy funcional", pensada para que los científicos "se encuentren y generen ideas" y tengan también "tiempo libre".


Construido en piedra, el edificio de tres plantas cuenta con once despachos acristalados y numerosas pizarras en las paredes de los pasillos, además de una sala con capacidad para 180 personas cuya versatilidad permite organizar sesiones paralelas.


El nombre del centro se debe a "uno de los fundadores, junto a Alberto Galindo, de la física moderna", explica Asorey, que se retiró a Benasque e impulsó la idea de crear aquí este centro de ciencias "aunque murió sin poder verlo acabado", lamenta. "Latorre y yo habíamos propuesto una iniciativa de este tipo pero no estaba claro el sitio y la idea de hacerlo aquí fue de Pedro Pascual", quien dedicó todos sus esfuerzos a ello y estamos "muy orgullosos" de que lleve su nombre porque peleó porque tuviera prestigio internacional y "así ha sido", dice Asorey.


El reto es que "se abra a otras ciencias" y llene un hueco "que en España no existe" y se está consiguiendo porque "vienen matemáticos de forma regular, se ha tratado la biología molecular, la energía e, incluso, hemos tenido cosas de humanidades y filosofía, de arte y de música".


Aunque el futuro científico está asegurado y tiene programadas actividades para los próximos meses, la continuidad del centro "corre peligro" y será "muy difícil" sin las ayudas económicas de los patronos, reconoce Asorey, dado que algunas aportaciones "han desaparecido, otras se han reducido y la financiación que antes llegaba de entidades privadas se ha perdido".


"Este año han llegado cero subvenciones", agrega Latorre, para quien el centro, económicamente "está fatal" y viviendo "de lo que pagan los asistentes". En el edificio trabajan cuatro personas y el presupuesto que necesita al año para sueldos y el mantenimiento es de "150.000 euros", detalla, al tiempo que resalta el "impacto económico" que tiene para Benasque.


"El año pasado hubo 10.000 pernoctaciones de científicos" y el centro tiene sentido como negocio "porque aporta divisas".

En ello coincide Asorey quien asegura que, en tiempos de crisis, la localidad "vuelve los ojos al centro" que supone "un reclamo turístico tremendo" y realiza "una promoción gratuita" que no le cuesta "nada" a la hostelería de Benasque.


A la espera de poder encontrar "otros patrocinadores" y de la nueva reunión del patronato "dentro de un mes", Asorey desea "larga vida" al centro "Pedro Pascual".