SUCESOS

El vecino de Tamarite fue degollado con un cuchillo de cocina

La compañera sentimental del fallecido, única detenida, pasará en las próximas horas a disposición judicial

Francisco Seco, el hombre de 38 años que apareció muerto en Altorricón en la madrugada del pasado miércoles en el interior de una furgoneta recibió varias puñaladas con un cuchillo de cocina, una de ellas fue en el cuello y resultó mortal. Así lo aseguraron fuentes próximas a la investigación, que continúa abierta después de que la Guardia Civil detuviera la misma tarde del miércoles, como presunta autora del crimen, a la compañera sentimental del hombre, Inmaculada Reches, de 52 años de edad y vecina de Tamarite de Litera.

 

Se espera que la presunta homicida, que permanece arrestada en el cuartel de Monzón, sea puesta en las próximas horas a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de esta ciudad, que se ha hecho cargo del caso. A la espera de que declare ante el juez, solo ha trascendido que en un primer momento la mujer telefoneó al 112 para comunicar que unos desconocidos estaban agrediendo a su compañero sentimental tras ser víctimas de una emboscada en la carretera A-2217, a la altura del acceso a una granja próxima a Altorricón. La llamada se realizó a las 4 de la madrugada.

"Me estoy desangrando"

Sin embargo, otros datos apuntan a que el crimen pudo cometerse horas antes. Según los investigadores, el cuerpo del hombre, al que ayer se practicó la autopsia, presentaba "seis o siete pinchazos en la espalda, aunque superficiales", además de otra herida de arma blanca que le seccionó la yugular y que fue la que acabó con su vida. Pero antes de morir, la víctima todavía tuvo tiempo de llamar a un hermano suyo que vive en Tárrega (Lérida), de donde era natural, aunque vivía con su compañera en Tamarite, junto a un hijo de la supuesta homicida.

Según relató el familiar, a las 2.18 el hombre le pidió auxilio con estas palabras: "Estoy herido y me estoy desangrando. Me estoy muriendo".

 

No pudo decir más, ni siquiera quién le había acuchillado, por lo que persisten las dudas acerca de si fue una sola persona o hay más implicados.

 

En la furgoneta, en la que también se encontraba la mujer cuando llegó la Guardia Civil, no se apreciaba ningún resto de sangre. En todo caso, el arma homicida sí que se habría encontrado en el interior de la furgoneta, que les habían prestado unos conocidos.

 

Por su parte, el hijo de la detenida, Alfonso Reches, volvió a defender ayer la inocencia de su madre: "Han tenido que ser dos o más hombres, porque era una persona corpulenta y una mujer no puede hacer eso", afirmó, al tiempo que justificó la tesis del ajuste de cuentas, ya que el fallecido "se buscaba problemas y había gente que le tenía ganas". "Ella le quiere mucho, le ha cuidado y teníamos buena relación con él, como si fuera de la familia, era alguien admirable", comentó. Reches añadió que ayer tarde la Guardia Civil aún no les había llamado a declarar, y los agentes tampoco se habían personado en el domicilio familiar para registrarlo.