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El Museo de Jaca se reabre al público con su 'capilla sixtina románica'

El espacio cultural, que inauguraron el día 9 los Príncipes de Asturias, recibe mañana a sus primeros visitantes en las jornadas de puertas abiertas que se celebran hasta el jueves

Sala Bagüés, la joya de la colección.
El Museo de Jaca se reabre al público con su 'capilla sixtina románica'
LAURA ZAMBORAÍN

El Museo Diocesano de Jaca, considerado como uno de los mejores de pintura mural medieval a nivel internacional, se reabre mañana al público, tras permanecer siete años cerrado. El Museo Catedralicio de Jaca se inauguró en 1970 y está ubicado alrededor de lo que es el antiguo claustro románico de la catedral, que fue modificado en el siglo XVIII. El espacio contiene una de las mejores colecciones de pintura mural -siglos XI al XVI- que existen en España, con piezas tan importantes como los conjuntos de Bagüés, Ruesta y Navasa, así como una rica colección de pinturas, tallas capiteles y elementos litúrgicos medievales. Asimismo, se podrán contemplar documentos inéditos de la propia diócesis.

 

Las obras de remodelación llevabas a cabo en los últimos doce meses han dado como resultado un espacio museístico amplio y adaptado a las necesidades, pero tal y como apunta su directora, Belén Luque, "sin perder la esencia original con la que fue concebido en el año 1963". Para enseñarlo, hasta el jueves se celebran jornadas de puertas abiertas con visitas guiadas y entrada gratuita.

 

Los fondos se distribuyen en nueve ámbitos diferentes. No obstante, la gran joya de la colección y el conjunto pictórico más importante que se conserva en España del estilo románico es la sala Bagüés. Ha sido considerada como la 'Capilla Sixtina del Románico' y en las escenas conservadas, correspondientes a los muros laterales y el ábside de la iglesia, se puede contemplar la más completa 'Biblia de los pobres'.

 

Uno de los espacios más novedosos y que ahora se incorpora al museo son las salas de la torreta, que formaban parte de la antigua cárcel. Son cuatro zonas sin luz natural, por lo que se han concebido como el mejor espacio para exhibir documentos y piezas de pequeño tamaño. Destacan las Actas del Concilio de Jaca de 1063, la bula del papa Gregorio VII o distintas donaciones que los reyes de Aragón hicieron a la diócesis. En esta ubicación también se encuentra el listado de obispos que ha tenido la ciudad. La última sala de la torreta acoge un dispositivo con el que el visitante podrá conocer los toques de campana.

 

Otro de los ámbitos a destacar es la Sala Refectorio, donde se expone la pintura mural. Alberga el grueso de la pintura románica, formada por el ábside con las pinturas de Osia, del siglo XIII, el ábside de San Juan Bautista de Ruesta, de mediados del siglo XII y fragmentos conservados de pintura mural procedentes de Navasa, Sieso, Ipas, Sorripas y Concilio. También merece especial mención la Sala Capitular, donde se ha recuperado la dependencia claustral de mayor calidad artística y el Secretum. Además, cuenta con más fondos que se expondrán a medida que se restauren.