Luis Felipe podría lograr su tercer mandato sucesivo en Huesca al liderar la lista con más apoyo

Este próximo domingo será el día D. Según los sondeos, el actual alcalde y candidato del PSOE a regir el Ayuntamiento de Huesca, Luis Felipe, tendría al alcance de su mano el que sería su tercer mandato consecutivo porque, aunque no se prevé que su lista barra en las urnas, sí sería la más votada. Los socialistas incrementarían su porcentaje de apoyos pasando del 33,37% a un 36,82%, pudiendo incluso aumentar su representación municipal de 10 a 11 concejales.

El PP, que en estos comicios lidera Lorena Orduna, siguiendo la estela dejada por Ana Alós, alcaldesa entre 2011 y 2015, se quedaría a poco más de cuatro puntos de igualar al PSOE, a pesar de que aumentaría notablemente los respaldos recibidos hace cuatro años, del 29,8 al 32,08%. En el mejor de los casos, siempre según la última encuesta de A+M para HERALDO, también podría sumar el décimo edil.

Como tercera fuerza política, tras la desintegración de Cs, que concurre a estas elecciones en coalición con la escisión del PAR Tú Aragón, Vox se convertiría en la tercera fuerza política de la corporación con un 7,44% de los sufragios ante el 5,23 obtenido en 2019. Este respaldo le aseguraría pasar de uno a dos concejales. No obstante, aún sumando estos con el mejor resultado de los populares, la derecha se quedaría a un acta de la mayoría absoluta.

El cordón sanitario

La decisión de Luis Felipe, anunciada antes de iniciarse la campaña, de no pactar con Podemos le impediría conseguir los 13 respaldos que suponen contar con la gran mayoría del plenario. El partido morado, que en este último mandato formó grupo municipal con Equo y otros movimientos de izquierda, podría lograr entre uno y dos escaños. En este último supuesto y si el PSOE lograse 11, un pacto entre ambos superaría dicho umbral.

Guillermo Boix, que lidera la lista de Podemos, ha ofrecido a Luis Felipe la posibilidad de alcanzar un acuerdo, a pesar de su negativa manifiesta. Otra opción sería que el actual alcalde renunciara a su acta y fuera la número dos de la candidatura y exsubdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, quien se pusiese al frente del grupo socialista y pactara con los correligionarios de la consejera Maru Díaz.

Podría quedar otro grupo a la izquierda del PSOE si se sustanciara la vuelta de CHA al Ayuntamiento. En todo caso, solo entraría con un edil, insuficiente para llegar a la mayoría absoluta.

El resto de formaciones no lo lograría. Cambiar Huesca-IU volvería a irse de vacío tras el 28 M, como el PAR, que ha reclutado a una concejala de la formación naranja, y Equo, disgregado de la plataforma de la cual formó parte en 2019 con Podemos. También Cs-Tú Aragón, que desde el primer minuto hasta el último ha garantizado la estabilidad del PSOE (a este grupo se le atribuyó e voto en blanco que hizo alcalde a Luis Felipe en 2019) quedaría por debajo del ansiado 5% y perdería la representación municipal.

Vox, con un 88% y PSOE, con el 87,6%, pueden presumir de contar con los votantes más fieles, seguidos por el PP (85,15). También son leales quienes respaldan a CHA (80,6%). Cambiar- Huesca-IU y Podemos podrían perder sufragios en favor de los socialistas mientras que un 33,8% de quienes confiaron en Cs elegirían ahora al PP, lo mismo que un 35,2 de los que apoyaron al PAR.

Los votos en Huesca también están definidos por la edad de los electores. A partir de 45 años, los oscenses optarían por el PSOE o el PP. Entre los 18 y 34 años se decantarían mayoritariamente por Vox y después, por Podemos. CHA obtendría sus apoyos más numerosos de los más jóvenes y de quienes está entre 45 y 54 años.