Los regantes critican la escasa inversión por la sequía en Aragón frente a Cataluña y Andalucía

Solo se contempla la ampliación del bombeo en Yesa para aprovechar al máximo la reserva. La CHE prevé movilizar el volumen muerto de algunos embalses para asegurar el abastecimiento.

El río a su paso por Zaragoza, a 13 de mayo de 2023.
El río a su paso por Zaragoza este sábado.
Oliver Duch

Las inversiones anunciadas esta semana por el Ministerio de Transición Ecología para afrontar la sequía no convencen a los regantes aragoneses, que ven cómo el grueso del paquete de medidas se concentra en Andalucía y el litoral mediterráneo. De los 1.400 millones anunciados, la cuenca del Ebro solo recibe 15 en exenciones del canon de regulación y la tarifa del agua y 1,6 para obras que aumenten la disponibilidad de recursos, en concreto la adecuación de tomas de abastecimiento en los embalses del Ebro (Cantabria) y Yesa (Aragón).

Esto suma 16,6 millones, apenas el 1% del presupuesto total en España, denuncian los regantes, y solo una pequeña parte va para una única obra en Aragón. Cifras que contrastan con la inversión en plantas desalinizadoras (Barcelona, Málaga y Almería), 600 millones de euros, y con el montante total en las cuencas internas catalanas (220 millones), el Júcar (180), el Guadalquivir (143) o el litoral mediterráneo andaluz (200).

"Al Ebro, junto al Duero y el Guadiana, nos corresponde el dudoso honor de tener el porcentaje más bajo, no compensado por otras medidas", señala Riegos del Alto Aragón, la comunidad más grande de la cuenca, presidida por José Antonio Pradas. A su juicio, el plan de emergencia ahonda en las desigualdades, al estar pensando para las zonas más pobladas y discriminar a la España interior, "la misma que soporta la producción energética para favorecer el desarrollo de otras regiones". Por ello, la intercuenca Gállego-Cinca, que esta campaña cuenta con el 55% de la dotación normal de riego, pide la revisión de los criterios de distribución.

Los regantes del Canal de Bardenas son los beneficiarios de la única obra de emergencia para Aragón. Consiste en la ampliación del bombeo estrenado el año pasado, una actuación que permitiría aprovechar al máximo la reserva del volumen muerto del embalse de Yesa, garantizando el agua destinada a Zaragoza y su área metropolitana y a otras 60 localidades de Aragón y Navarra y dando algún hectómetro más para riego, ya que los agricultores han visto caer su dotación por debajo del 50% en esta campaña.

El presidente del Canal de Bardenas, José María Vinué, lamenta que el recrecimiento de Yesa "ni se menciona" en las ayudas del Gobierno. Con él pasarían de tener una capacidad de 446 hectómetros cúbicos a 1.070. "Queremos creer que es porque la obra está siguiendo su curso, pero ya hemos pedido que la agilicen y reduzcan los plazos. Para nosotros es la solución, porque la regulación de los ríos, cuando viene una sequía tan importante, ayuda a aminorar los efectos", declara.

También el Canal de Aragón y Cataluña hubiera querido que tanto las ayudas del Gobierno como el borrador del Plan Especial de Sequía del Ebro, además de medidas de gestión, contemplaran infraestructuras, "aplicables a esta sequía pero sobre todo a estar listos para las siguientes, que vendrán", señala su presidente, José Luis Pérez. "En otros planes había fondos para obras urgentes y en este de momento lo echamos en falta y no vemos claro que vayan a estar".

El Plan Especial de Sequía

El citado proyecto está ahora en consulta pública. Prevé, además de la reducción de los caudales ecológicos de 270 ríos y embalses y de restricciones en abastecimientos, llegado el caso, la movilización del volumen muerto de embalses como El Grado o Yesa, precisamente para garantizar el agua de boca; retrobombeos en el Canal de Aragón y Cataluña para reequilibrar volúmenes entre los ríos Ésera y Noguera-Ribagorzana; la explotación de acuíferos; o la reutilización de caudales, por ejemplo en la Clamor Amarga, entre Fraga y Zaidín, donde se sitúa el desagüe de la zona regable.

Huesca aún tiene pendiente el plan de emergencia

El Plan Especial de Sequía de la Demarcación Hidrográfica del Ebro también refleja que solo 12 de los 18 ayuntamientos y mancomunidades de la cuenca del Ebro con obligación legal de contar con un plan de emergencia han completado el proceso administrativo con el informe favorable de la Confederación Hidrográfica. La lista incluye en Aragón a los ayuntamiento de Zaragoza y Calatayud y las mancomunidades del Guadalope-Mezquín (Alcañiz y su entorno) y de Aguas del Moncayo.

Huesca es el único en la Comunidad que aún está pendiente de entregar su plan, obligatorio para las entidades con una población superior a los 20.000 habitantes. En la misma situación están otras entidades de la cuenca del Ebro, como la Mancomunidad de Aguas de Lérida y su entorno o el Ayuntamiento de Logroño.

Huesca ha sido, sin embargo, una de las ciudades más activas en la lucha contra la sequía. De hecho ya aplicó restricciones el verano pasado, construyó una potabilizadora para poder usar el abastecimiento alternativo del canal del Cinca y este año ha vuelto a poner en marcha un protocolo para el ahorro en los riegos y la limpieza viaria.

No obstante, como reconoce el concejal de Medio Ambiente, Roberto Cacho, la redacción del plan de emergencia lleva retraso. "El trabajo técnico con toda la información recopilada ya está hecho y se ha contratado a una empresas externa que en dos meses lo elaborará para presentarlo a la CHE. La Confederación sabe que aunque el Ayuntamiento no tenga el plan, dispone de un protocolo de actuación desde agosto del 2022 y de una mesa técnica de sequía, y en cuanto ha habido que actuar lo hemos hecho", explica. De hecho, las medidas adoptadas han permitido un ahorro considerable de agua, añade, ya que se ha pasado de picos de consumo diario de más de 20.000 metros cúbicos a 14.000.

Los embalses siguen bajando

La escasez de reservas en los embalses preocupa más cada día. Los tres más grandes del Pirineo arrojan porcentajes muy bajos para esta época del año: Yesa al 50%, Mediano al 20% y Canelles al 18%. Otra de las imágenes de la sequía está en el Ebro a su paso por Zaragoza. El nivel del río apenas alcanza 0,68 cm, con un caudal de 30 metros cúbicos por segundo, y aún ha registrado cifras más bajas en lo que va de mes. Abril no fue diferente. Los datos contrastan con la media en las mismas fechas del 2022: 1,02 m y 107 m3/s.

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