La Guardia Civil y la Gendarmería francesa colaboran habitualmente en distintos servicios en la provincia de Huesca, ya sea en patrullas conjuntas de seguridad ciudadana como en materia de seguridad vial, investigación contra el tráfico de drogas o accidentes de montaña. Este domingo, ambos cuerpos policiales volvieron a ir de la mano para dar formación a motoristas noveles, a los que enseñaron técnicas de conducción en carreteras con curvas y aconsejaron sobre la ropa más adecuada para circular sobre dos ruedas.

Es una jornada que realiza habitualmente la Gendarmería francesa y a la que este año se ha sumado también la Guardia Civil, acompañando a 42 motoristas civiles, 32 franceses y 10 españoles. Participaron ocho agentes del primer cuerpo y siete del segundo, que salieron de localidad francesa de Olorón en grupos para observar cómo se manejaban los motoristas noveles e instruirles sobre las técnicas para entrar en las curvas con seguridad.

Después de atravesar el túnel internacional del Somport y llegar a Sabiñánigo, se dirigieron por la N-260 a Fiscal y posteriormente hacía el puerto de Cotefablo, un trazado sinuoso muy frecuentado por motoristas, para llegar a Biescas. 

Aquí habían instalados dos stand, uno de la DGT y la Guardia Civil de Tráfico y otro de la Gendarmería para mostrar el material que utilizan habitualmente. También informaron al público de las diferencias entre los códigos de circulación que existen en España y Francia.

Justo hace 20 años, el convenio de Blois estableció las bases de la cooperación policial y aduanera entre España y Francia, una vez levantadas las fronteras interiores de la Unión Europea. Desde entonces, agentes de los cuerpos de seguridad de los dos países están colaborando y es habitual ver a gendarmes y guardias civiles realizar patrullas conjuntas en el Camino de Santiago o los barrancos de Guara o montar controles cerca de los pasos de Somport, Bielsa y Portalet.

Unas de las últimas acciones de cooperación fue un simulacro de persecución en caliente de un vehículo fugado que escapó de Francia en dirección a España y atravesó el túnel de Bielsa, cuyos ocupantes eran sospechosos de la comisión de un atraco.