Sin pistas de Goiat, uno de los cuatro osos 'fichados' en el Pirineo aragonés
La presencia de la especie fue mínima, pese al aumentó del censo del Pirineo hasta los 76 ejemplares.
La presencia de osos en Aragón sigue siendo mínima respecto a otros territorios del Pirineo, como Cataluña o Francia. El informe elaborado tras la reunión del Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso Pardo concluye que el año pasado solo hubo rastro de cuatro ejemplares en las comarcas aragonesas.
En concreto, los expertos apuntan a que el área de distribución de la especie sigue incluyendo dos zonas principales de presencia. En el este, en la comarca de la Ribagorza, se ha detectado al oso Douillous, que ya fue identificado varias veces en el valle de Benasque en 2021. Por la de Sobrarbe pasó el famoso Goiat, concretamente por el valle de Gistain. En la parte occidental, en la Jacetania, solo la osa Claverina ha sido identificada. Está en un área relativamente restringida, cerca de Navarra. Además, parece que otro oso frecuenta este mismo sector, por los rastros de pelo estudiados en el laboratorio de análisis genéticos de la Universidad Autónoma de Barcelona, que se encarga de identificar las muestras.
Sin noticias de Goiat
Una de las incógnitas planteadas por los técnicos del citado grupo, formado por representantes del Consejo General de Arán y los gobiernos de Andorra, Francia, Aragón, Navarra y Cataluña, es el paradero de Goiat. Desde el 25 de abril de 2022, no se tiene ninguna pista de este oso. En esa fecha fue detectado por las cámaras de fototrampeo instaladas por el Gobierno de Aragón, después de que el 22 de ese mes atacara a un rebaño. Fue el primer incidente en el Pirineo aragonés esa temporada, una vez finalizado el periodo de hibernación. Ocurrió en el municipio de Gistaín, con el resultado de dos cabras y una oveja muertas.
Mientras en Aragón solo hay rastro de cuatro ejemplares, en Cataluña se han detectado 38, en el valle de Arán y las comarcas del Pallars Sobirà y la Alta Ribagorza, algo de lo que se tiene conocimiento por las muestras de pelos, las imágenes de fototrampeo y los excrementos, además de observaciones, ya que ningún oso lleva ya collares que permitan su seguimiento por GPS.
Sin embargo, el aumento del censo apunta a que la especie se extiende paulatinamente por el Pirineo, cada vez con mayor movilidad entre la zona central y la occidental. En el último recuento certificado por el grupo de seguimiento, se ha contabilizado una población de 76 animales. En 2020 se pasó de 68 a 69 y en 2021 de 70 a 74 ejemplares.
En cuanto al número de nacimientos en el último año, se han registrado en total 13 nuevas crías de ocho hembras diferentes. Los nacimientos corresponden a hembras del valle de Arán, comarcas catalanas y Francia. En total, entre 1996, cuando se inició el programa de reintroducción, y el 2022, han nacido un total de 128 crías de 71 camadas. De los 16 cachorros de 2021, el 68% han sobrevivido el primer año y fueron detectados durante 2022.
