Juicio por agresión sexual a su novia de 15 años: "Sabía que era delito tener relaciones pero nunca la forcé"

Un joven de Barbastro se enfrenta a penas que suman 25 años también por abusos al no haber podido recibir el consentimiento por ser menor de 16 años, violencia de género, coacciones y vejaciones.

Primer día del juicio por agresión sexual a una menor de Barbastro de 15 años celebrado en la Audiencia Provincial de Huesca.
Primer día del juicio por agresión sexual a una menor de Barbastro de 15 años celebrado en la Audiencia Provincial de Huesca.
Rubén Darío Núñez

Un joven de Barbastro se enfrenta en la Audiencia Provincial de Huesca a penas que suman 25 años de prisión por agredir sexualmente a la que era su novia cuando ella tenía 15 años y él 23. También está acusado de abusos al no haber podido recibir el consentimiento sexual de la víctima por ser menor de 16 años, además de otros delitos de violencia de género, coacciones y vejaciones.

El procesado, J. M. P., que ahora tiene 28 años, declaró este miércoles en la primera sesión el juicio en la que la víctima lo hizo a puerta cerrada para proteger su intimidad. Esta denunció en 2021, dos años después de haber cesado el noviazgo que había mantenido durante 18 meses, que su expareja le había obligado a tener relaciones sexuales en una ocasión poco antes de romper. Según explicó en su día, él le incitó a ello pero ella se negó y entonces el acusado se puso encima de ella para tratar de inmovilizarla y consumó la agresión. En su denuncia también relató otros presuntos episodios de coacciones y vejaciones.  

Acusaciones que negó rotundamente el joven asegurando que "nunca" la forzó a tener encuentros de índole sexual y que la primera vez que se enteró de que ella se había sentido obligada aquel día a mantener relaciones fue cuando estaba ya detenido en los calabozos de la Guardia Civil. "Nunca ha habido un episodios en el que yo quisiera hacerlo y ella no", reiteró.

Sí admitió que la primera vez que tuvieron un encuentro sexual ella aún tenía 15 años. "Sabía que era delito tener relaciones con menores, pero no desde que edad", justificó. Además, afirmó que él "nunca" le dio importancia a la diferencia de edad entre ambos (8 años) y recalcó que los padres de su ex conocían y consentían su relación. "No hicimos nada a escondidas, todo fue muy natural. Me invitaron varias veces a comer y cenar y dejaban que estuviéramos solos en su habitación", señaló. También argumentó que en aquella época se relacionaba con gente más joven que él porque salía mucho de fiesta y que incluso su madre le echó de casa unos meses "para que madurara".

El acusado explicó que cuando llevaban un mes saliendo, ella le pidió "exclusividad" en la relación y él le contestó que eso implicaba tener relaciones sexuales, a lo que ella accedió poco después. Sin embargo, dos amigas de la víctima declararon que, por lo que les confesó ella más tarde, aquella primera vez se sintió "obligada" a hacerlo para fortalecer su noviazgo. "No fue porque le apeteciese", dijeron. 

También reconoció que al final la relación entre ambos se volvió "muy tóxica" y que él sentía "celos" cuando la veía hablar con otros chicos. De hecho, en alguna ocasión llegó a increpar a alguno de estos jóvenes, pero negó haber coaccionado o vejado a la víctima. 

Dos amigas de la víctima sí relataron episodios de presuntos seguimientos y comportamientos controladores del acusado. Una de ellas afirmó que, después de pillarles a ambos juntos y comentarlo con otras amigas, llegó a recibir amenazas en redes sociales por parte del procesado "diciéndome que me estamparía contra un bordillo si no les dejaba en paz", relató, por lo que le daba "miedo". Y una tercera joven que conocía a la denunciante relató que el acusado le pidió en varias ocasiones información de con quién estaba su ex. 

Los padres relatan meses de "acoso" hacia su hija

Mientras, los padres de la víctima declararon que tras romper la relación, el acusado amenazó a su hija con quitarse la vida y que durante los meses posteriores vivieron un infierno porque la "acosaba" continuamente, tanto que llegaron a denunciarlo ante la Guardia Civil, aunque el Juzgado archivó el caso. "Le intenté tratar como un hijo y me ha hecho pasar lo peor del mundo porque él nunca aceptó que mi hija le hubiera dejado", señaló la madre, quien aseguró que no le parecía bien que salieron juntos por la diferencia de edad "pero al final lo acepté porque no me quedó otro remedio para poder controlar la relación y que mi hija tuviera confianza para contarme las cosas". Ambos negaron saber que la pareja mantenía relaciones sexuales y reconocieron que su hija nunca les confesó que había sido agredida sexualmente.

La Fiscalía pide 14 años de prisión por el delito de agresión sexual a menores; 5 años por el de abuso sexual a una menor de 16 años; 3 años por el de violencia habitual en el ámbito de la violencia de género; 3 años por coacciones; y cuatro meses de multa por dos de vejaciones injustas. En los dos delitos contra la libertad sexual considera que concurre además la agravante mixta de parentesco

Además de las penas de cárcel, solicita la privación del derecho de tenencia de armas durante 8 años, la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 53 años y seis meses, una medida de libertad vigilada durante 10 años y ocho meses de multa.

La defensa solicita la absolución argumentando que pese a que su cliente admite haber tenido relaciones sexuales con una menor de 15 años, en este caso se puede aplicar la exclusión del libre consentimiento en menores de 16 años porque la madurez y el grado de desarrollo es similar entre la víctima y el acusado. 

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