Un baipás evitará el cierre del valle de Chistau mientras se mejora su única carretera

La DGA licitará este año la primera fase de las obras del desfiladero de la Inclusa con cuatro túneles, "un proyecto muy complejo" con un coste de más de 20 millones de euros.

Uno de los túneles del desfiladero de la Inclusa que da entrada al valle de Chistau.
Uno de los túneles del desfiladero de la Inclusa que da entrada al valle de Chistau.
Rafael Gobantes

El Gobierno de Aragón construirá una ruta alternativa a la carretera A-2609 (de Salinas a Plan), el único acceso del valle de Chistau, mientras duren las obras de mejora para evitar dejar aisladas a las localidades de Plan, San Juan de Plan y Gistaín. Ese baipás permitirá sortear el desfiladero de la Inclusa, puerta de entrada al valle, yendo de Serveto y Sin hasta Gistaín a través de la margen derecha del río Cinca (el actual trazado discurre por la izquierda). Para ello se utilizará una vía local y una pista forestal que habrá que asfaltar.

El proyecto de mejora de la carretera de Salinas a Plan se entregará en breve a la consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda para proceder a su aprobación, y se espera poder presentarlo en el valle este mes de marzo. Ya se avanzó a los alcaldes la idea del baipás en una reunión mantenida a finales del año pasado.

El director general de Carreteras, Bizén Fuster, asegura que la obra se licitará este año gracias a una pequeña partida incluida en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de 200.000 euros. "Es un proyecto muy complejo", aclara, y caro, ya que superará los 20 millones de euros. Y es que la carretera se construyó hace un siglo y desde entonces apenas se ha intervenido en ella, salvo para realizar alguna reparación.

El proyecto debía estar redactado al acabar el 2022, pero se pidió a la adjudicataria (una unión temporal de empresas) la inclusión del trazado alternativo a la A-2609 y se le concedió para ello una prórroga. La primera fase a ejecutar será precisamente el acondicionamiento de esa carretera secundaria de Serveto y Sin a Gistain, con un presupuesto de 1,7 millones de euros.

La mejora de la A-2609 es la intervención más complicada que debe afrontar la Dirección General de Carreteras, sobre todo por el desfiladero de la Inclusa, la única entrada al valle, donde se suceden cuatro túneles muy estrechos excavados en la pared de roca de la montaña en apenas un kilómetro (de 31, 62, 433 y 210 metros). La anchura media es de 4,5 m de calzada y 3,7 metros de gálibo, lo que obliga a regular el paso con semáforos, de manera que salta la señal roja cuando un vehículo pesado entra en un túnel en dirección contraria.

Se estudiaron distintas alternativas de mejora de la carretera, incluyendo un puente para pasar al otro lado del río y así sortear los túneles, pero se trata de una zona de alto valor ecológico. Finalmente, la opción seleccionada fue la ampliación de la calzada actual con voladizos sobre el desfiladero del río en los tramos a cielo abierto, pasando de los 4,5 m existentes a dos carriles de 3 m y dos arcenes. En cuando a los túneles, se aumentará su sección para permitir el cruce de dos vehículos con facilidad.

Según explicó Fuster, la obra se dividirá en cuatro fases para licitarla por partes dada la cuantía. No hay un calendario preciso, pero podría durar más de cuatro años. "La inversión es mayor que todo lo que destinará el departamento en un año a la provincia, con diferencia", aclaró. El compromiso es licitar en 2023 la primera fase, el desvío provisional, e ir encadenando las siguientes.

"Teníamos la duda de si se podría trabajar cortando 15 días la carretera en fechas no muy señaladas, abriendo unas horas al día y los fines de semana, con pasos intermitentes... Al final esto plantea muchos problemas, y es mejor hacer una ruta alternativo en condiciones", declaró Fuster. Una opción que beneficia a los usuarios y a la constructora, añadió, pensando en que "el valle no tiene otro acceso".

Túneles de hace 100 años para vehículos de siglo XXI

Los alcaldes están de acuerdo en la construcción del desvío para entrar y salir del valle mientras se hacen las obras en el desfiladero. La ruta alternativa tiene 12 kilómetros, 5 de ellos sin asfaltar. Además de pavimentar estos, habrá que actuar en el resto porque no reúne las condiciones para absorber el tráfico que va por la A-2609. 

El alcalde de San Juan de Plan, Roberto Serrano, ve positivo que la actuación se realice minimizando el impacto social y ahorrando incomodidades a los vecinos. Los cortes periódicos, cuando hubiera que meter maquinaria en los túneles, significaría "dejar aislados a los pueblos", y ralentizarían las obras.

La carretera actual plantea muchos problemas, sobre todo en verano por la creciente afluencia turística. Apenas caben el autobús escolar o los de los excursionistas, ni los camiones de ganado o de reparto, "y además los coches cada vez son más grandes". Los semáforos dan seguridad de paso, "aunque haya esperas de hasta 14 minutos", dice Serrano. "La carretera tiene 100 años, casi no se ha tocado, y los túneles están así desde entonces", concluye. 

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