El Ayuntamiento de Huesca ha decidido cerrar por seguridad la pasarela metálica peatonal colocada hace 13 años que se encuentra sobre el río Isuela y que da acceso directo al Hospital Provincial por el deterioro que presenta.

Se trata de un paso exclusivo para peatones y bicicletas que se colocó en el parque Universidad en el año 2009, entre las calles Pedro Arnal cavero y Lucas Mallada, para potenciar la comunicación entre los barrios del Perpetuo Socorro y de Santo Domingo y San Martín. En su día se financió con cargo a los fondos estatales del Plan E y tuvo un coste de 118.000 euros.

La concejala de Urbanismo, María Rodrigo, ha asegurado que “la situación de la pasarela no es crítica, pero ante las últimas inspecciones realizadas preferimos ser prudentes y tomar las precauciones necesarias”.

Además, la concejala ha recordado que las obras para la rehabilitación de la pasarela se han quedado desiertas en dos ocasiones. “Con esos trabajos buscábamos restablecer las condiciones de seguridad que debe presentar la pasarela para todos aquellos peatones que la utilizan, por lo que esperamos que tras las revisiones pertinentes de los pliegos por parte de los técnicos pueda volver a salir pronto a licitación”, ha señalado.

La pasarela se ubica al noreste de la ciudad, comunicando los barrios de Santo Domingo y el Perpetuo Socorro, entre las calles Pedro Arnal Cavero y Lucas Mallada a la altura del parque del Encuentro.

A pesar de su cierre, los peatones siguen contando con otros siete pasos peatonales cercanos para poder cruzar el cauce del río: puente de la calle Cecilio Serena, el puente de San Miguel, la pasarela de la Ronda Montearagón, el puente de la Ronda de Misericordia, el puente de Tablas, el puente del Paseo de Ramón y Cajal y el puente de la avenida de los Danzantes.

Las obras de rehabilitación salieron a licitación por 175.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses. El proyecto pretende sustituir el tablero de la actual pasarela de 24 metros de longitud y 2,80 metros de anchura empleando para ello materiales (madera y acero) y procesos constructivos que minimicen el efecto de la construcción en el río y maximicen la velocidad de los montajes de forma que el servicio peatonal se interrumpa durante un periodo de tiempo lo más breve posible.