Niños y niñas piden chocolate y chullas para la Vieja en Alcubierre

Los más pequeños han vuelto a disfrutar de esta singular tradición.

Niños y niñas han salido a las calles para ganarse la generosidad de sus vecinos.
Niños y niñas han salido a las calles para ganarse la generosidad de sus vecinos.
P. P. A.

Fernando Pérez, vecino de Zaragoza, se ha trasladado este miércoles a su localidad de origen, Alcubierre, con el fin de que sus dos nietos, Martín, de 4 años, y Jimena, de 2, participaran en una de sus tradiciones más ancestrales y singulares, la Vieja Remolona.

"Me parece una tradición muy bonita y además, una forma de favorecer su vínculo y arraigo con la localidad", ha señalado el orgulloso abuelo, que ya había participado con el cuarto de sus hijos. Al igual que el resto, sus dos nietos han ido recorriendo las calles provistos de grandes cestas en las que acumular los huevos donados por los vecinos. También han recibido alguna propina y deliciosos dulces.

Acompañando a los más pequeños, ha estado la Vieja Remolona, un pelele o muñeco elaborado por aquellos que tienen hijos en edad escolar y que ha tenido la apariencia de una mujer mayor, con toquilla, falda de flores y joyas. Desde su origen, la Vieja Remolona representa el largo y frío invierno, que se resiste a marchar, y los niños, lo nuevo, la primavera.

Los niños y niñas han estado acompañados de madres, padres y abuelos. "Se trata de una tradición muy bonita, que esperamos que nunca se pierda y que nos permite disfrutar de un rato muy majo con nuestros hijos e hijas", ha señalado Tatiana Cadenas, vecina de la localidad y madre de dos niños, Aroa, de 7 años, y Eric, de 3.

Al llamar a las puertas, y siguiendo la tradición, los niños han entonado una antigua canción, que está asociada a la celebración. La letra dice: "La vieja remolona/ no quiere comer pan/ solo chocolate y chullas si le dan/ Los chicos de la escuela/ todos suplicamos/ que cuando cante el gallo/ nos den lo que buscamos/ ¡Qui-qui-ri-qui!/ ¿Nos dan para la vieja?/ ¡Con una estaca vieja!".

Un establecimiento local compra los huevos recogidos, lo que permite reunir el dinero suficiente para organizar una gran merienda, que los niños y niñas compartirán esta misma tarde en el centro de día.

Antiguamente, era una tradición reservada únicamente a los niños. No obstante, y ya antes del obligado parón por la pandemia, se incluyó la participación de las niñas.

En 2022, la actividad se retomó de forma especial, ya que la Vieja Remolona volvió a las calles acompañada de un segundo pelele, O Viejo Remolón, que viajó desde la localidad de Torres de Monte (Hoya de Huesca), donde existe una tradición muy similar.

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