estación de canfranc

Colocados en Canfranc los dos vagones históricos que albergarán un restaurante de lujo

El convoy llegaba a su destino después de realizar el trayecto hasta Huesca el jueves y partir este viernes por la mañana a Canfranc.

Fotos de los vagones restaurante en Canfranc
Fotos de los vagones restaurante en Canfranc
Laura Zamboraín

Los dos vagones ferroviarios históricos que se han convertido en restaurante de los años 20 del hotel Royal Hideaway de Canfranc han vuelto de nuevo a las vías que se sitúan junto al edificio de la antigua estación. Su traslado y posterior descarga y colocación no ha sido fácil, pero finalmente este viernes por la tarde se completaba el periplo.

Salieron de Ciudad Real el jueves en camiones con góndolas y, tras pasar la noche en Huesca, a primera hora de este viernes partieron hasta Canfranc. Un total de 632 kilómetros que se realizaron sin incidencias, “porque veníamos por autovía, las condiciones meteorológicas han sido favorables y al ser transporte lento, a 70 kilómetros por hora, no ha habido problemas en ese sentido”, explicó José Luis Pinilla gerente de Mare Ingeniería, empresa que los ha restaurado.

Pero hubo alguna complicación para poder descargarlos a su ubicación actual. La nieve caída en los últimos días en Canfranc complicó la operación, que se pudo solventar con éxito por la tarde, después de acondicionar el terreno para que las dos grúas pudieran levantarlos y colocarlos. “Manejamos un montón de incertidumbres, la verdad que el tiempo aquí no es el mejor porque había nevado poco, pero lo suficiente para realizar las tareas de explanación del terreno donde van las grúas y las máquinas. Es una operación muy compleja y no nos podemos permitir errores ni riesgos, hay que hacerlo despacio y con todas las garantías”, añadió.

Por lo que los vagones se descargaron una vez que se despejó el terreno de nieve, para que las dos grúas de gran tonelaje, de la empresa Grúas Portillo, pudieran hacer la elevación. Eso ocurría sobre las 16.30 ante una gran expectación de público que, a pesar del frío, se congregó en los alrededores para ver la complicada maniobra de ambas grúas. Una vez colocado el primer vagón, los aplausos del público acompañaron a la satisfacción y alegría de los que han hecho posible la recuperación y posterior traslado de los dos vagones. Tan sólo una hora más tardes, se instaló el segundo.

Cada vagón pesa entre 40 y 45 toneladas y han sido necesarias dos grúas para descargar cada uno de ellos. A esto se sumaba “la profesionalidad de la empresa Portillo, que hay que alabar, porque la maniobra que han realizado, no la hace cualquier”, destacaba Pinilla. Una maniobra que consistió en levantar cada vagón, cruzarlo entre las dos grúas, volver a enderezarlo y bajarlo hasta las vías.

El gerente de Mare Ingeniería no podía ocultar su alegría tras haber finalizado la colocación, ya que “no las tenía todas conmigo”, aseguró. Finalmente, y aunque costó algo más de lo esperado, todo se resolvió perfectamente y los dos vagones ya están listos para ofrecer gastronomía de lujo. “Estoy orgulloso de realzar esta parte de la historia de los Pirineos”, concluyó Pinilla.

Los vagones han pasado cinco intensos meses en manos de la empresa Mare Ingeniería, que se ha encargado de vestirlos de nuevo con la inspiración art déco de los años 20. Se trata de un vagón serie 3000 de los años 50, que unía Huesca con Canfranc hasta que lo retiraron en 1988, y del carruaje serie 9600 de los 80, que originalmente disponía de literas para recorridos largos. 

El más antiguo de estos vehículos tiene 22 metros de longitud y pertenece a la colección de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía (Azaft), si bien fue cedido al grupo Barceló a través de la mediación del Gobierno de Aragón. La colección de los ferroviarios aragoneses salvó este ejemplar cuando se iba a llevar al desguace en Aranda de Duero (Burgos). Ha sido bautizado con el nombre ‘Canfranc express’, tras haberlo restaurado Mare Ingeniería con la colaboración de la empresa Inteser. Acoge la cocina del futuro restaurante, que llevarán la empresaria Ana Acín y el chef Eduardo Salanova, conocidos por su gestión en La Venta del Sotón (inaugurado en 1967) y Espacio N. Cuenta también con seis mesas para clientes.

Mientras tanto, el vagón más moderno que llevaban los trenes conocidos como ‘Shangai express’ fue rescatado por la empresa Mare Ingeniería, tiene 26 metros de longitud y dispone del grueso de las plazas, con 23 mesas y una capacidad para 92 comensales. También regresa con nombre nuevo: se llama 1928, el año en el que se inauguró la Estación de Canfranc.

El convoy llegaba a su destino después de realizar el trayecto hasta Huesca el jueves y partir este viernes por la mañana a Canfranc.
Mare Ingeniería
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