Vecinos de Huesca piden "repensar" el polémico carril bici: "¿Dónde aparcamos ahora?"

En una tensa reunión, el equipo de gobierno del PSOE hace autocrítica pero descarta paralizar las obras "porque hay que cumplir los plazos de la UE", que financia el proyecto.

La asociación de vecinos de Santiago se llenó para oír las explicaciones sobre el nuevo carril bici de Huesca.
La asociación de vecinos de Santiago se llenó para oír las explicaciones sobre el nuevo carril bici de Huesca.
Verónica Lacasa

"Un ganadero, antes de comprar las cabras, hace el corral". Este fue uno de los símiles que emplearon los vecinos del barrio de Santiago de Huesca para mostrar este lunes su descontento por las consecuencias que está teniendo el nuevo y polémico carril bici. Y es que se quejan, entre otras cosas, de que se haya implantado esta vía ciclable sin haber ofrecido antes alternativas de aparcamiento para las decenas de plazas que se han eliminado. "Si hay tanta inquietud de la gente, ¿podrían parar a ver si se está haciendo bien?", preguntaron.

Las concejalas de Urbanismo y de Movilidad, María Rodrigo y Ana Loriente, junto a la intendente de la Policía Local, Beatriz Rivas, dieron la cara en la asociación de vecinos para tratar de aplacar las críticas que está generando este proyecto y que están arreciando en las últimas semanas conforme es más visible el despliegue del carril. Y aunque los presentes, que llenaron la sede vecinal para escuchar las explicaciones de primera mano, reclamaron paralizar el proyecto para "repensarlo" y corregir las molestias que creen que van a sufrir, las representantes del equipo de gobierno del PSOE aseguraron que se va a seguir adelante porque "hay que cumplir los plazos" de ejecución que marca la UE, que financia el 80% de la obra (372.000 de 459.000 euros).

Durante una hora y media, y con momentos de tensión, Rodrigo insistió por una parte en que el diseño de este nuevo carril bici -segregado de la calzada y de la acera y conectado- es de obligado cumplimiento por una orden ministerial y una normativa europea. "No es un capricho", resumió la concejala. Y aunque admitió que genera "bastantes molestias", especialmente por la supresión de aparcamientos en las calles en las que se implanta, también hizo hincapié en que se compensará ganando más plazas en vías aledañas poniéndolas en espiga en lugar de en línea. De hecho, este martes empezará el pintado de 220 en la avenida Pirineos y todo el entorno.

La concejala trató de contestar a todas las dudas y quejas de los presentes, centradas en la supresión de aparcamientos ya que consideran que los nuevos están "muy lejos". "¿Qué hacemos ahora, plegamos el coche y nos lo llevamos a casa si no tenemos sitio para aparcar?", preguntaron. Además, denunciaron que la reunión llegaba "tarde" ya que no había margen para cambiar un proyecto que algunos llegaron a tildar de «chapuza».

Plantean movilizaciones

Los presentes también criticaron el escaso uso de los carriles bici y pidieron un impuesto especial para los ciclistas "o que nos bajen el de circulación". Y algunos llegaron a plantear organizar una manifestación para paralizar los planes para la avenida Pirineos.

Frente a las acusaciones de algunos vecinos de haber impulsado el proyecto para "ganar votos", Rodrigo replicó que "si fuera por electoralismo, no lo estaríamos haciendo ahora", aludiendo a la contestación social. Y admitió que hubiera sido mejor haber hecho antes los párquines disuasorios, pero el proceso administrativo no lo permitió. Este martes se repetirá la reunión en el local de la asociación de vecinos de María Auxiliadora y el miércoles en la de San José.

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