Abre el Royal Hideaway Hotel de Canfranc
Sorpresas en la habitación del hotel de Canfranc: "¡El váter está iluminado!"
Los primeros clientes del lujoso establecimiento disfrutan descubriendo cómo son las habitaciones y el resto de instalaciones.
La emoción al estrenar el lujoso Royal Hideaway Hotel de Canfranc en el bello edificio histórico ha embargado a los primeros clientes, que han ido recorriendo las instalaciones y les ha deparado algunas sorpresas.
Carmela Mondéjar, que reside en Canfranc, ha estrenado con su pareja, Santiago del Val, la habitación 131. Y entre las curiosidades que más le han llamado la atención destaca una: "¡La taza del váter está iluminada! -explica al otro lado del teléfono-. Es para que por la noche atines a orinar dentro. Y cuando te sientas está calefactada, que para muchos no tendrá importancia, pero para nosotros sí porque cuando llegamos a casa y vamos a hacer pis está la taza helada. Siempre decimos: ¡Ya están los pingüinos!".
A Carmela también le ha encantado que en los marcos de las ventanas de madera antiguas hayan dispuesto fotos de la estación nevada. Y, por supuesto, todos los 'amenities' de cortesía que el hotel de la cadena Barceló ha ofrecido para dar la bienvenida a sus primeros inquilinos, empezando por una botella de cava, y seguido por dulces, una cafetera, un hervidor, dos botellines de agua... También destaca las toallas, las zapatillas y los albornoces bordados con las letras del hotel.
Después de ver la habitación, que es "más amplia de lo que imaginaba", Carmela ha seguido descubriendo el resto de instalaciones que ofrece el hotel: la zona de spa, la biblioteca, el comedor... La pareja no se ha arrepentido de haberse regalado por Navidad esta primera noche alojados en su querida estación de ferrocarril. Era algo que les hacía mucha ilusión, "alojarse en un hotel de lujo".
Y está claro que la experiencia no les ha defraudao lo más mínimo, como aseguran, el Royal Hideaway Hotel de Canfranc ha superado con creces sus expectativas.
