La huelga de la limpieza en Huesca se deja notar en los colegios, que urgen una solución
Los sindicatos y las asociaciones empresariales están lejos de llegar a un acuerdo sobre el SMI diez días después de comenzar un paro que implica a 3.000 empleadas.
El 16 de enero las trabajadoras de las empresas dedicadas a la limpieza de edificios y locales comenzaron una huelga indefinida para reclamar que sus sueldos se actualicen a la subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional). Hace cinco años que el convenio colectivo, que afecta a más de 3.000 empleadas en la provincia de Huesca, está bloqueado y, diez días después del inicio del paro y las protestas, los sindicatos (UGT y CC.OO.) y la patronal mantienen el pulso. No se ven indicios de que se alcance pronto un acuerdo.
Los efectos de la huelga ya se dejan notar en algunos edificios públicos, especialmente en los colegios de la ciudad, donde hay servicios mínimos decretados por el Ayuntamiento y cuestionados por las organizaciones sindicales. Hoy se celebran en varios centros los consejos escolares, donde también está representado el consistorio, que asume la limpieza de estos espacios.
La directora del colegio Pirineos-Pyrénées, Alicia Eito, comentó que "la huelga se nota". Así lo ha hecho constar en una carta dirigida al responsable municipal en su centro y a la Amypa. "Los servicios mínimos no son suficientes", afirmó. Explicó que cada día se limpian los aseos y se vacían las papeleras "pero la escalera, los pasillos, las mesas y las sillas están sucias".
Condiciones higiénicas
Este centro cuenta con 578 alumnos de 3 a 12 años y "hace falta mantener unas condiciones higiénicas", añadió. Los servicios mínimos suponen contar con el 50% de las empleadas. En el consejo escolar de hoy reclamará que el Ayuntamiento medie para que las partes alcancen un acuerdo.
En el Pedro J.Rubio, donde hay tres edificios y al que asisten 620 escolares, la situación es similar. Su director, Alfredo Toro, indicó que en el consejo de esta tarde se trasladará el problema que existe a los representantes municipales. Este colegio cuenta con seis trabajadoras de limpieza cada día y "aunque alguna no ha hecho huelga, las superficies y los suelos están sucios", destacó.
Las trabajadoras dicen que los ánimos para continuar con la reivindicación se mantienen y las empresas resaltan su interés por negociar. De momento existe una línea roja que parece insalvable por ambas partes. Los sindicatos demandan que el SMI se iguales al sueldo base mientras que la patronal defiende que el salario mínimo se alcance con los complementos, como el de antigüedad. "Una trabajadora de la limpieza cobra 11.620,80 euros al año por jornada completa", explicó Irene Lázaro, una de las portavoces del colectivo en paro.
Salvador Cored, director general de CEOS-Cepyme, afirmó que la huelga "no tiene razón de ser porque las empresas sí quieren negociar, nunca nos hemos levantado de la mesa". Según dijo, "el problemas no está en lo que tenemos que pagar a los trabajadores sino en cómo repercutimos el coste en el cliente". "Desde 2016 hasta hoy el SMI ha subido más del 62% y en enero o febrero el Gobierno dictará el nuevo icremento, una vez más con nuestro desacuerdo", afirmó.
Las discrepancias entre las partes se reflejan también en el seguimiento del paro, que los convocantes cifran en un 70% y que la patronal valora en un 2%.
