La Audiencia de Huesca juzga a un joven por violar durante dos años a una amiga de su hermana

La menor, con un retraso de madurez, denunció que entre 2018 y 2019 la forzaba cuando acudía a su habitación para jugar a la Play.

El juicio se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Huesca.
El juicio se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Huesca.
Heraldo

Un joven de 22 años se ha sentado este miércoles en el banquillo de la Audiencia de Huesca acusado de agredir sexualmente entre 2018 y 2019 a una amiga de su hermana cuando esta acudía a su habitación para jugar a la Play. La presunta víctima tenía entonces 12 años pero una edad mental de 7. Sufre un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con un retraso madurativo y se le ha reconocido una discapacidad. 

El acusado, D. M., y la víctima dieron versiones diametralmente opuestas de los hechos. La fiscal y la abogada de la acusación particular solicitan para él 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual con acceso carnal, entendiendo que hizo valer su mayor edad y fuerza física. La defensa pide la libre absolución porque niega que hubiera cualquier tipo de contacto sexual. 

La menor aguantó en silencio las agresiones por temor a perder la amistad de la hermana de D. M. Sufría acoso escolar y era la única amiga que tenía. Acudía a la casa de ambos tres o cuatro veces por semana y en algunas ocasiones entraba en la habitación del chico para jugar a la Play. En el juicio ha declarado a puerta cerrada. Según su versión, la primera vez solo hubo tocamientos, pero luego ya le bajó los pantalones y la penetró, tapándole la boca y sujetándola por las manos. Las agresiones se sucedieron durante meses.

"Solo la toqué para hacerle cosquillas o jugar al pilla-pilla", ha dicho él. Ha justificado que se la sentaba encima cuando jugaban a la Play porque el dormitorio era muy pequeño y solo había una silla, pero ha negado rotundamente cualquier relación sexual con la víctima. "La puerta de mi habitación siempre está abierta y todo se oye desde el comedor", ha añadido para defender su inocencia.

Según ha manifestado la madre de la víctima, empezó a sospechar que pasaba algo cuando ella le dijo que no le gustaba cómo la tocaba. Además, su hija tuvo un día un comportamiento extraño cuando él se le puso al lado. En la Navidad de 2019, y tras una larga conversación entre madre e hija, acabó confesándolo. "Aguantaba por miedo a él y porque no quería perder a su amiga, que era un pilar importante en su vida", asegura la madre, pero dice que no quería seguir aguantando el dolor que le producía, incluso físico. 

La hermana de D. M. y amiga de la víctima confirmó la versión de él. "Nunca oí ni vi nada extraño y la puerta de la habitación siempre estaba abierta", ha dicho, a pesar de que, según algunos testigos, al enterarse de la denuncia confesó que a ella le había hecho lo mismo (por este caso se sigue otro procedimiento). También ha declarado otro joven al que le confesó los abusos pero que dice que no la creyó.

Los peritos han dado credibilidad a la víctima. Según los médicos forenses, el trastorno mental podría explicar que se bloqueara y no gritara cuando era agredida sexualmente. "Su relato es coherente", han reconocido también las psicólogas, no respondía a estereotipos sino que denotaba "un hecho vivenciado". Además, "no tenía nada contra él, todo lo contrario, porque ha perdido más que ha ganado". Asimismo consideran que ella podía no ser consciente de la gravedad de lo que estaba pasando. 

"Se muestra sumisa para ser aceptada, obediente y dócil cuando están en juego los afectos", ha indicado la profesional que la trata actualmente. Según esta especialista, aunque tiene 17 años, la madurez mental es de una niña de 11 o 12, y en el momento de los hechos, de 7 u 8. Al ser preguntada sobre si es posible que consintiera los hechos, ha respondido: "No tenía la edad para prestar consentimiento".      

La fiscal ha mantenido la petición de 15 años de prisión basándose en la declaración de la víctima como prueba de cargo, tanto en comisaría como en el juzgado y en la vista oral.No denunció en un primer momento, ha señalado, porque la hermana del agresor era su única amiga y había sufrido 'bulling', y si no puede dar detalles de cada episodio es por su discapacidad. "Era una chica muy vulnerable con una edad mental de 7 años cuando empezaron los abusos", ha añadido la representante de la acusación particular. La defensa ha insistido en la absolución porque la denunciante hace un relato genérico hablando de que todo empezó en 2018 pero sin referencia concreta a cómo se produjeron las agresiones. 

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