El reto navideño de Alquézar: encontrar el belén escondido de los Sierra

Desde 2016, esta familia deja pistas a los vecinos y vecinas del pueblo para que localicen un pequeño nacimiento que oculta en los alrededores.

Unax, Miguel y Sofía, junto al belén que ha vuelto a esconder este año la familia Sierra en las cercanías de Alquézar.
Unax, Miguel y Sofía, junto al belén que ha vuelto a esconder este año la familia Sierra en las cercanías de Alquézar.
Miguel Sierra

"Si a Radiquero vas, el belén encontrarás". Esta es la única pista que ha dado esta vez la familia Sierra a los vecinos y vecinas de Alquézar para que logren el reto que les ponen cada Navidad desde hace siete años: encontrar un pequeño belén escondido en los alrededores de este pueblo que está considerado uno de los más bonitos de España. 

La tradición nació en 2016, como recuerda Miguel Sierra, emulando una costumbre que tenían Montañeros de Aragón de esconder un belén en algún pico. "Y como en esas fechas navideñas tienes que hacer algo con los críos que están de vacaciones, compré un pequeño belén y lo escondimos con mi hijo y mi hija cerca del pueblo. Lo publicamos en Facebook invitando a la gente a que lo encontrara y se hiciera un 'selfie', y al final pasó casi todo el pueblo", relata.

Así, en estos años han utilizado lugares recónditos como cuevas o casetas de pastor y dejaban pistas para que se pudieran localizar el belén como el Arnal de Berches,  la Cueva El Tintello o A Payula. "Unos años lo hemos puesto más difícil y otros más fácil, pero siempre en sitios diferentes", señala. Y como piden, además, que completen el nacimiento con algún detalle navideño, cuando lo recogen después de Reyes suelen encontrar otras figuritas, bolas, bombones, piedras pintadas, ramas... 

Miguel Sierra, con sus hijos Miguel y Sofía, el primer año que escondieron el belén en los alrededores de Alquézar en la Navidad de 2016.
Miguel Sierra, con sus hijos Miguel y Sofía, el primer año que escondieron el belén en los alrededores de Alquézar en la Navidad de 2016.
Miguel Sierra

Desde 2016 no ha faltado ningún año la tradición salvo la primera Navidad de la pandemia. Miguel Sierra vive con su familia en Utebo y como las restricciones de movilidad le impedían viajar a Alquézar, lo puso en esta localidad zaragozana, cerca del río Ebro. "Y se acercaron también muchos amigos", agradece.  

Esta vez, Miguel, su mujer Isabel, sus hijos Miguel y Sofía y su sobrino Unax han optado por esconderlo en el camino hacia Radiquero, una ruta muy fácil "porque a los que más ilusión les hace es a los niños de la escuela de Alquézar, que les gusta ir con sus padres y llevar alguna figura". Y ya han recibido fotos de gente que lo ha encontrado. "Como ahora en invierno hay poca cosa que hacer, en lugar de salir a pasear sin rumbo, los críos tienen un aliciente más", destaca.

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