El centro cívico del Perpetuo Socorro de Huesca recuperará la calefacción en enero

Los vecinos han denunciado la tardanza del Ayuntamiento en reparar la avería en un servicio por el que pasan 1.200 personas a la semana para distintas actividades. El frío obligó a cerrar el área de adultos de la biblioteca. 

Biblioteca del Centro Cívico de Huesca.
Biblioteca del Centro Cívico de Huesca.
Ayuntamiento de Huesca

El centro cívico Santiago Escartín Otín del barrio del Perpetuo Socorro de Huesca recuperará la calefacción el próximo mes de enero. El Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa SyA Instalaciones S.L. la sustitución de las calderas por un importe de más de 53.250 euros (IVA incluido). Una vez que se firme el acta de replanteo, el plazo de ejecución de los trabajos será de 15 días.

Las bajas temperaturas obligaron a cerrar a finales de diciembre el área de adultos de la biblioteca municipal Ramón J. Sender, ubicada en el mismo Centro Cívico Santiago Escartín Otín, y que suele abrir de lunes a viernes de 16.00 a 20.30 y los sábados de 11.00 a 14.00.

Los vecinos del barrio se quejaron entonces de que las calderas se estropearon ya en marzo y que el Ayuntamiento había tardado demasiado en cambiarlas "porque el contrato de sustitución no se licitó hasta este mes con lo cual llegan tarde y mal ya que había que prever que en algún momento haría frío", criticó Puri Broto, presidenta de la asociación de vecinos. 

Aseguraron que cada semana pasan por el centro unas 1.200 personas para distintas actividadesEl resto de espacios se han mantenido abiertos con la ayuda de calefactores, como la biblioteca de niños y las aulas que usan el Secretariado Gitano, el equipo de mediación, el equipo de educación de calle, los clubes de lectura, los ensayos de coros, los cursos de informática... 

Desde el Ayuntamiento replicaron entonces que estaban buscando soluciones para evitar que los usuarios se vieran afectados. El área de Servicios Generales emitió un informe el 21 de septiembre solicitando la licitación por 71.292 euros de un contrato para sustituir las dos calderas de gas natural del Centro Cívico ya que se encontraban "en muy mal estado, con ambos quemadores averiados y no cumplen las mínimas medidas de seguridad", justificaba. 

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