"Un día en el instituto estalló y nos confesó que su padre la había violado ocho veces"

El procesado por agredir sexualmente a su hija y maltratar a su exmujer en Huesca niega las acusaciones por las que se enfrenta a 19 años de cárcel. La tutora de la niña y la orientadora del centro relatan cómo salieron a la luz los hechos.

El acusado de violar a su hija y maltratar a su exmujer, durante su declaración en el juicio en la Audiencia Provincial de Huesca.
El acusado de violar a su hija y maltratar a su exmujer, durante su declaración en el juicio en la Audiencia Provincial de Huesca.
Verónica Lacasa

El 29 de octubre de 2021, fue al instituto de Huesca donde estudiaba pero de repente le dijo a su tutora que se sentía mal y que quería volver a casa. La profesora la acompañó fuera de la clase y al sospechar que no tenía ninguna dolencia física sino que podía ser algo más psicológico, la invitó a ir a ver a la orientadora del centro y ambas les preguntaron si había algo más que les quisiera decir. Y en un momento dado "estalló" y les confesó que no quería ir ese fin de semana a casa de su padre -que estaba separado de su madre y vivía en otro piso- porque la había violado hasta ocho veces durante dos años

Así lo han relatado ambas este miércoles en la primera sesión del juicio contra el padre de esta alumna, que ahora tiene 14 años, el cual está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Huesca por violarla presuntamente a ella en repetidas ocasiones durante dos años y maltratar a su mujer. Fiscalía y acusación particular piden para él penas que suman 19 años de prisión y diversas medidas de protección por un delito continuado de agresión sexual y otro de amenazas a la menor y un delito de maltrato físico y psíquico habitual a su exmujer. Mientras, la defensa solicita la absolución de su cliente.

Tanto la declaración de la exmujer como la de la hija -grabada- se han realizado a puerta cerrada para preservar su intimidad a petición de todas las partes. Mientras, el acusado, Julián L. C.. de 70 años de edad, ha explicado que en 2018 se trasladaron con su expareja a Huesca desde un pueblo de Toledo ya que ella era originaria y tenía familia en la capital oscense. Según ha dicho, tenía una relación muy buena con su hija hasta el punto de que desde hace años dormían en la la misma habitación, aunque en distintas camas, porque la madre dormía en el sofá del salón.

Pese a ello, ha negado rotundamente haberla agredido sexualmente en momentos en que su mujer estaba fuera de casa trabajando, como denunció la menor. "Jamás se me ha pasado por la cabeza violar a mi hija", ha manifestado el acusado, al tiempo que ha achacado la denuncia a que "su madre le metió en la cabeza que yo hablaba mal de su familia y no la quería porque me enteré de cosas de ellos que no me gustaban", ha dicho. También ha calificado a su hija como una niña "muy imaginativa"

A finales de 2020, el matrimonio se separó y unos meses después el acusado se trasladó a otra vivienda en la que no volvió a dormir nunca más con su hija "porque la casa no estaba preparada y yo no sé cocinar, con lo que no me la podía traer para que pasara la noche", ha justificado.

También ha rechazado las acusaciones de maltrato físico y psicológico a su mujer. "Jamás le he tocado un pelo", ha remarcado en su declaración. Solo ha admitido que en una ocasión la cogió del brazo para recriminarle que hubiera tocado un bolso de su pertenencia y que discutían con frecuencia y se insultaban "mutuamente".

Una amiga de su exmujer ha declarado que sí fue testigo de maltrato psicológico por parte del acusado hacia ella "porque era celoso y se enfadaba enseguida si pensaba que estaba mirando a otro hombre, sobre todo si bebía, además de que no le dejaba salir de casa y que tenía que hacerlo bastante tapadita". También ha asegurado haberle visto moratones en los brazos en dos o tres ocasiones. 

"Nos dijo que una vez su padre la cogió del cuello y le tapó la boca"

La tutora y la orientadora del instituto han recordado que aquel 29 de octubre de 2021, la niña estaba "agitada" y tras confesar los hechos sufrió un ataque de ansiedad. Les explicó que no había querido decir nada hasta entonces porque tenía "miedo" de su padre ya que la había amenazado con hacerle algo malo a ella o a su madre si contaba las presuntas agresiones sexuales. "Nos dijo que una vez la cogió del cuello y le tapó la boca para que no hiciese ruido mientras la violaba y no se enteraran en casa", han señalado. 

La profesora ha indicado, además, que en el instituto siempre la veía "triste" y que iba vestida con sudaderas largas y grandes que le tapaban todo el cuerpo hasta las rodillas casi. Además, muchas veces llevaba puesta la capucha incluso dentro de clase con ropa ancha. "Una cosa que me marcó mucho es que se sentaba al lado de otra compañera y cuando esta estiraba el codo hacia su mesa y la tocaba, ella retirada su brazo enseguida porque por alguna razón no le gustaba el contacto físico y se asustaba", ha destacado.  

El juicio finalizarán este jueves con las declaraciones de los peritos y la presentación de conclusiones por parte de las acusaciones y de la defensa.

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