El último tramo de la autovía Huesca-Lérida suma otro sobrecoste y se resiente por la lentitud de las obras

El Ministerio, que ha aprobado un segundo modificado de casi 5 millones de euros, solo gastó hasta el mes de septiembre un 14% de lo previsto inicialmente en la A-22

Trabajos en los desvíos que se han realizado para poder proseguir las obras de la autovía.
Trabajos en los desvíos que se han realizado para poder proseguir las obras de la autovía.
Javier Navarro

Desde su inicio en el verano de 2018, las obras de los 12 últimos kilómetros que quedan por ejecutar en la autovía Huesca-Lérida (A-22) no hacen más que sufrir tropiezos. El último es un nuevo sobrecoste, que incrementará en varios millones el presupuesto del tramo entre la capital oscense y Siétamo. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acaba de dar su aprobación al modificado, el segundo, por importe de 4.780.558 euros.

La administración justifica el gasto "por las necesidades de obras, servicios y suministros adicionales, a cargo del contratista/concesionario inicial", la Unión Temporal de Empresas formada por Copcisa S. A. y Vidal Obras y Servicios S. A. El primer modificado ascendió a 4,5 millones, al tener que ocupar más terrenos de los previstos para reponer líneas eléctricas y otros servicios adicionales.

El segundo modificado no alterará el calendario ya conocido de finalización. Será en noviembre del 2023 cuando los conductores puedan circular por autovía en todo el trazado entre Huesca y Lérida, una fecha que, no obstante, implica una demora más que considerable, pues el plazo de construcción ha pasado de 36 a 63 meses.

La ralentización se evidencia por el bajo nivel de ejecución presupuestaria. Hasta marzo se había ejecutado solo un 0,8% de los 15 millones previstos para este año, pero es que a 31 de agosto, el porcentaje era del 14%. Solo se habían gastado 2,1 millones.

El Ayuntamiento de Siétamo no tiene noticias sobre la evolución de las obras. "Solo vemos que las empresas están trabajando pero el Ministerio es parco con la información", declaró su alcalde, José Luis Usé. Llevan cuatro años conviviendo con los trabajos, que han obligado a realizar tres desvíos provisionales: el enlace de Montearagón, el de Loporzano y sobre la N-240. "Cuando antes se acabe, mejor", dice, sin entender el retraso. "No es una obra excesivamente complicada como pueda ser la del congosto del Monrepós", añade.

La autovía A-22 Huesca-Lérida estará finalizada casi 19 años después de la colocación en Monzón de la primera piedra de este eje de 108 km. Las obras del tramo entre la capital oscense y Siétamo, que ya en su día estuvieron bloqueadas cinco años por la crisis económica y por problemas medioambientales, arrancaron en el verano de 2018 con un presupuesto de 46,8 millones. 

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