Por fin llega la nieve a las estaciones aragonesas a un mes del inicio de la temporada de esquí
La nevada obliga a utilizar cadenas en carreteras de Bielsa y Sallent de Gállego.
Las estaciones de esquí del Pirineo aragonés han recibido este viernes la primera gran nevada de la temporada, después de un mes de octubre que marcó un récord histórico de altas temperaturas, con más de 4 grados de anomalía térmica. La nieve llega en un momento importante, justo a un mes del inicio tradicional de la temporada en el puente de la Constitución y mientras se ultiman los preparativos en los centros invernales con las revisiones de los remontes y del resto de instalaciones.
La nevada ha afectado al tráfico en algunas carreteras del Pirineo. En la frontera de Bielsa (A-138), está prohibido el paso de camiones y es obligatorio llevar cadenas o neumáticos de invierno en el kilómetro 91. Lo mismo en la de Portalet, en Sallent de Gállego (A-132). Hay circulación irregular desde el kilómetro 21 con prohibición del paso de camiones. Y desde el 24 al 27, en el paso fronterizo, es necesario usar cadenas. Además, se pide moderar la circulación desde el 19 por el pavimento deslizante.
"Nevando con intensidad, con buenos copos, de los gorditos", se felicitaba la estación de Candanchú, que junto a la de Astún, dentro del dominio 100 K de las pistas del valle del Aragón, ha prolongado hasta el día 7 la venta anticipada de forfait, una campaña que sin duda se animará cuando los aficionados vean las primeras nieves.
Los usuarios podrán adquirir sus abonos hasta el próximo lunes con la ventaja del descuento por pronto pago en la compra del abono de temporada. Serán únicos y válidos para ambas estaciones, que suman un total de 101 pistas, 14 itinerarios y 40 remontes que permitirán transportar 46.000 esquiadores cada hora.
También Formigal se ha mostrado satisfecha de que por fin caigan los primeros copos, que han llegado a otros puntos del valle de Tena, como el complejo turístico del Balneario de Panticosa, situado a 1.600 metros de altitud.
La nieve ha aparecido en la base de las estaciones. Hasta ahora solo se había podido ver en las cumbres más altas del Pirineo, pero el cambio del tiempo la ha situado en la cota de 1.500 metros. El frío ha acompañado los primeros copos, con temperaturas bajo cero en Astún (-3,7 grados) o Benasque (-2,2).
Estos días se ha mitigado ese calor de la primera parte del otoño y además de la lluvia, que cayó tímidamente el jueves, el cambio de tiempo ha traído nieve desde la pasada noche. "Podemos tener la primera nevada importante en Pirineos que, aunque no sea muy intensa, al menos genere una capa", anticipó Rafael Requena, delegado de la Aemet en Aragón.
Las temperaturas bajan a niveles normales de este mes, y entra el cierzo el fin de semana, para parecerse más a la estación otoñal, pero todavía se estará lejos del frío. De hecho, la Aemet ha emitido un aviso amarillo por vientos en el Pirineo oscense, el sur de Huesca, la Ribera del Ebro y el Bajo Aragón para mañana, 4 de noviembre.
