Borran las pintadas de la emblemática iglesia de Plampalacios a orillas de Mediano
Ante la falta de agua en el embalse, ha sido necesario recurrir a otra fuente de suministro para poder realizar la limpieza de los grafitis.
La iglesia de Plampalacios, a orillas del embalse de Mediano, es un símbolo en la comarca del Sobrarbe. El edificio del siglo XVI fue el único que se salvó de la dinamita cuando en los años 50 del pasado siglo el pueblo quedó deshabitado por la construcción del pantano. Las casas fueron destruidas para evitar la vuelta de sus habitantes o posibles reclamaciones futuras. Por eso, cuando el pasado de agosto los muros del templo de San Bartolomé aparecieron llenas de pintadas, el acto vandálico causó mayor indignación.
Apenas dos meses después, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha puesto remedio a la gamberrada eliminando los grafitis. La operación de limpieza se ha iniciado este jueves y proseguirá mañana. Se está realizando en colaboración con el Ayuntamiento de Aínsa, en cuyo término municipal está ubicada la iglesia. De hecho, el gobierno local se ofreció en agosto a acometer la limpieza, pero la Confederación dijo que ella se encargaría de borrar las huellas del acto vandálico como propietaria que es del templo.
El Ayuntamiento denunció la acción incívica ante la Guardia Civil, e incluso aportó la grabación realizada por las cámaras de seguridad del aeródromo de Coscojuela de Sobrarbe, situado en la misma península del embalse de Mediano. El vídeo mostraba un vehículo con matrícula de Madrid con cuatro ocupantes que estacionaban en el parquin de entrada de esa instalación, desde donde se toma un camino que conduce a Plampalacios. "Pero la Guardia Civil nos ha dicho que el hecho de estar allí no es una prueba suficiente de la autoría", ha explicado el alcalde, Enrique Pueyo.
Los operarios que se han desplazado hasta la zona para realizar hoy la limpieza se han encontrado con un problema. El escaso nivel del embalse como consecuencia de la sequía ha impedido utilizar este agua y ha sido necesario recurrir a un depósito municipal que alimenta el aeródromo.
Las pintadas las descubrió el 16 de agosto el responsable de la escuela de vuelo Girolibre del aeródromo. Los vándalos habían llenado de grafitis con firmas las paredes de toda la iglesia. El agua llega en ocasiones hasta sus puertas e imposibilita el acceso al edificio, pero este verano se ha podido llegar debido al bajo nivel del embalse.
